15 enero 2020

PROPUESTA DETALLADA DE TUTO

Sumándose a la carrera electoral 2020


Carlos Rodrigo Zapata C.


Tuto muestra un afán por implantar una visión, a la que llama el Corazón Verde Digital, que incluye diversos aspectos combinando tres aspectos significativos: la ubicación geográfica de Bolivia, la necesidad de un desarrollo sostenible y la incursión de Bolivia en la era de la información, la inteligencia artificial y la producción de energías limpias.

A su vez el núcleo de esa visión se halla en el litio, en su industrialización y primordialmente en la producción de baterías para todos los usos imaginables, un enfoque en el que el régimen Morales fracasó estrepitosamente.

Su visión es planteada por Tuto de modo sintético del siguiente modo: “Debemos recuperar el tiempo perdido, para proyectarnos hacia nuestro tercer siglo republicano con una visión clara: la Bolivia 2025 deber ser el Corazón Verde Digital de Sudamérica; con industrialización, producción y con una PITITA como propiedad ciudadana popular; una Bolivia con seguridad y justicia, sin narcotráfico ni corrupción; una Bolivia con salud para todos y educación de calidad hasta titularse en universidad; una Bolivia con proyección internacional como bastión democrático, digna y soberana, y nunca más como integrante del cartel regional de tiranos.”

Esta sería la respuesta o solución central a la problemática nacional, cuando menos, su núcleo o corazón. El problema sería “recuperar el tiempo perdido” durante el régimen anterior, puesto que por acción u omisión todos los males identificados del país parecen provenir de esos 14 años pasados.
A partir de estos elementos muy escuetos pueden advertirse las principales debilidades de esta propuesta. La problemática del país es reducida a una disputa con el régimen anterior. No existe ningún intento por formular un diagnóstico más amplio que incluya los inveterados problemas del país, así como sus causas y fundamentos. 

Dicho en breve, el planteamiento de Tuto se reduce a una disputa contra el legado básicamente pernicioso del régimen Morales. Curiosamente, términos tales como informalidad, extractivismo, depredación, Chiquitania, no aparecen en su propuesta, menos una explicación de las causas por las que surge, por ejemplo, el sector informal o por qué el cultivo de coca ha adquirido tal poder, asuntos que de igual forma han sido soslayados durante la gestión Morales. En pocas palabras: no existe la identificación de los problemas fundamentales del país, menos las respuestas o soluciones que se requeriría.

La visión planteada centrada en el litio resulta sin duda prometedora, por el hecho que Bolivia tiene grandes yacimientos, aún sin explotar, porque Bolivia no dispone de la tecnológica indispensable para hacerlo. Durante más de 12 años del régimen Morales se intentó avanzar en esta materia sin éxito, llegando al extremo de entregar el litio a una empresa alemana que no habría dado ninguna muestra de capacidad para desarrollar esa tecnología o facilitarle a Bolivia el acceso a la misma, volviendo a nuestro rol tradicional de proveedores de materia prima, sin ninguna perspectiva de ir más allá. 

El problema de la propuesta es que no nos dice nada sobre los obstáculos existentes y cómo se los superarían para convertir a Bolivia “en la capital mundial de las baterías de litio”. Casi está demás decir que ese enfoque, aún en caso que sea realizable en los próximos 5 años, no toca a la mayor parte de la economía nacional, no influye sobre el sector informal o significativamente sobre el empleo. 

Dicho en breve, como estrategia de Estado a desarrollar en los próximos 10 a 20 años, para sentar las bases fundamentales que lo hagan posible, sin duda que es interesante, pero no en los plazos mencionados, ni con el acento brindado, ya que la problemática del país permanece prácticamente inalterada, intocada con esos alcances.

El planteamiento de Tuto no se queda en el litio, sino que incluye varios otros aspectos, en particular la generación de energías limpias (entre las que señala los biocombustibles, el gas, la energía hidroeléctrica). “Debemos hacer de nuestro país un mega-Canal de Panamá terrestre, conector bioceánico, para que la producción de nuestro país y la de los vecinos se integre a través de Bolivia” y “Bolivia debe ser la bisagra de integración entre dos colosos globales: China y Brasil, que son la segunda y novena economías del planeta.” 

Buenas intenciones, pero muy escaso análisis sobre las causas y razones por las que casi todas las iniciativas de integración regional están “gambeteando” a Bolivia, pasándola por el norte y por el sur, como si los vecinos se hubieran propuesto ignorar el “corazón” sudamericano. 

¿Cuáles son las razones para que ello ocurra, todo se debe únicamente a la desastrosa administración del régimen Morales o hay otras causas y raspones para que ello sea así? Sin resolver geopolíticamente el tema de la importancia central de Bolivia en el concierto sudamericano resulta muy poco factible embarcarse en grandes proyectos de infraestructura de interconexión que nos permita cumplir ese “destino” manifiesto. 

Por el contrario, lo que puede advertirse es que es más probable que solo se implanten aquellas iniciativas que partan de los grandes actores internacionales, convirtiendo a nuestro país una vez más en una siemple fuente y medio de provisión de materias primas a gran escala. Una vía férrea interoceánica sin resolver adecuadamente estas cuestiones puede convertirse fácilmente en una aspiradora de los recursos regionales, algo difícil de compatibilizar con un “corazón verde”.

La propuesta de Tuto prevee la creación de un acción llamada PITITA que serviría para garantizar que la propiedad pública permanezca en poder de la ciudadanía, mediante la emisión de “títulos valor intransferibles, embargables (cic!) y heredables, para generar una cultura de propiedad e inversión en todos”. Una buena manera de repartirse la piel del oso mucho antes de derribarlo. Me recuerda a la imagen futurística de La Paz que nos presentó hace ya casi 3 décadas la candidata de CONDEPA, de la cual quedó únicamente el zanjón, convertido después en túnel, bajo el atrio de la Universidad de San Andrés. 

Resumiendo un tanto lo anotado hasta aquí, puede apreciarse que la propuesta es lanzada como un conjunto de “ideas iniciales, que espero mejorar, ampliar y ajustar”, nos dice Tuto. 

El problema es que él comparte estas ideas como adelanto de un programa a presentarse en elecciones generales, lo cual exige un grado de desarrollo y coherencia mucho mayor.

Se nota en la formulación de estas “bases y lineamientos” de Tuto el afán por lograr impactar en diferentes ámbitos del electorado. Los colores usados en su documento, verde, blanco y rojo, darían la impresión de buscar un contacto con el dúo Camacho y Pumari, que vienen de departamentos con esos colores. 

También llaman profundamente la atención sus referencias bíblicas y el afán de construir una suerte de relato místico, que resumiendo significaría que al cabo de 2700 años (desde el tiempo en el que habría actuado el Profeta Oseas**) se estaría cumpliendo la profecía de Oseas, quien se refirió a las “cuerdas de amor” en uno de sus versículos, lo que hoy habría sido plasmado y aplicado vibrantemente en nuestra Bolivia mediante el movimiento de las Pititas. 

 Las múltiples referencias justamente a las Pititas, este movimiento nacional espontáneo de cuño juvenil que ha impresionado a propios y extraños, es otro de los espacios con los que Tuto busca conectar. Por su propia labor en la finalización del régimen anterior y luego como defensor de la causa emprendida por el grueso del pueblo boliviano, posiblemente este vínculo con las Pititas sea con el que más y mejor se pueda identificar.

En suma, como un participante en una red social señaló, “le tengo mucho cariño al Tuto, y es bárbara su contribución en lo que fue la coyuntura, PERO siempre la caga al final. A él le debemos el revocatorio con el que Evo sacó 64%, y en 2009 y 2014 dividió el voto y al final se fue y su bancada se desbandó”. Da la impresión que esta vez también puede ser así, solo que esta vez parece que ya no tendrá la posibilidad de regalarle dos tercios de las cámaras al partido del usurpador.

Los programas no se improvisan, ni se sacan de una chistera. Son compromisos serios que en nuestro país se toman a la chacota. No existe un estudio efectivo de la realidad nacional, de sus problemas y potencialidades, menos de las causa que los originan, con lo cual el común de los partidos cree que es cuestión de responder a los problemas superficiales que se detectan como para ya armar todo un programa de gobierno. 

Eso es seguir en la superficie, ocupándonos de las apariencias de las cosas, sin ir al fondo, simplemente porque eso exige mucho estudio, análisis, comprensión de dinámicas y procesos que aún estamos lejos de encarar. Sin un diagnóstico común y compartido por la ciudadanía y los candidatos que pretenden ejercer el mandato de la Nación no es posible plantear nada serio, que construya, que enfrente los obstáculos estructurales y las causas y razones de nuestro devenir.

Me atrevo a mencionar que una alianza de amplio espectro o alcance que pueda incluir a Tuto mejoraría sus opciones para conducir los destinos del país en los próximos años. Ello pasa a mi juicio por una combinación hasta ahora no vista en nuestro medio que incluya una comprensión clara y meridiana de la problemática existente, de porqué seguimos siendo uno de los países más pobres del hemisferio occidental, o sea, de la mitad del planeta, un conjunto de propuestas atrevidas como la del litio y el corazón verde digital y un conjunto de líderes de alcance nacional y regional que sintonicen perfectamente la problemática que debe enfrentar el país, así como las respuestas y medios que se pretende emplear. Una alianza con este perfil creo que no tendría rival, si no cumple con alcances semejantes.

Última reflexión. Bolivia desconoce lo que es Bolivia. No conocemos ni comprendemos nuestras estructuras, menos su historia de formación y menos aún su influencia sobre nuestro presente. Este aserto vale para la gran mayoría de compatriotas y por supuesto también para los académicos que usualmente tienen una visión disciplinar limitada. Dicho en breve, podríamos decir que estamos secuestrados por nuestras estructuras y mientras no las entendamos ni averigüemos la forma de superarlas y cambiar nuestras posibilidades de destino, seguiremos dando vueltas a lo mismo. Todo este prolegómeno tiene la única finalidad de mencionar que el país requiere con suma urgencia organizar algo así como un CENTRO DE REFLEXIÓN DE LA PROBLEMÁTICA NACIONAL que se halle fuertemente vinculado con universidades, centros de estudio, bibliotecas y otros, de modo tal que pronto contemos con la comprensión necesaria e indispensable de nuestra problemática, base indispensable e insoslayable para plantear propuestas y soluciones de todo tipo. 

Sin una respuesta orgánica de esta naturaleza, seguiremos extraviados en los tiempos venideros. 


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(*) La expresión “detallada” en el título fue tomada de entrevista a Tuto en CNN. Ver: https://www.youtube.com/watch?v=8x-G1MsyDc0&feature=youtu.be
(**) Para comprender sus alcances, consultar El Libro del Profeta OSEAS: http://hopeinjesus.com.au/wp-content/…/2014/02/28.-Oseas.pdf, ( p. 75 )
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BASES Y LINEAMIENTOS PARA PROPUESTA BOLIVIA 2020-2025 - Tuto Quiroga, 9 de Enero 2020