02 octubre 2015

SEGÚN MESA, BOLIVIA PIERDE DE 1 A 1,5% DE CRECIMIENTO DE SU PIB POR MEDITERRANEIDAD, PERO NO DICE NADA SOBRE LOS RECURSOS ARREBATADOS



Por: Carlos Rodrigo Zapata C.


En ocasión de la entrevista realizada por la TV chilena a Carlos Mesa, vocero de la causa marítima boliviana, el pasado 29/09/2015, la cual ha sido ampliamente festejada en Bolivia y en círculos afines a nuestro  país, Mesa se ha referido al tema de la incidencia adversa de la mediterraneidad en el crecimiento económico boliviano. 
https://www.youtube.com/watch?v=ywFLtRDFnJw 

A nuestro juicio, Mesa fue en general muy lúcido en la entrevista, pero su respuesta más débil está relacionada justamente con esta cuestión. El entrevistador pone a consideración del entrevistado un conjunto de datos y eventos económicos que podía y debía responderse de un modo mucho más amplio y preciso. Veamos la pregunta y la respuesta, y luego los comentarios que todo ello nos merece. 

ENTREVISTADOR: “Una pregunta que aparece muy comúnmente en las argumentaciones de Bolivia, más allá de este reclamo histórico de esta salida soberana al mar, por digamos la necesidad propia posterior al tratado de 1904, que esto ha postergado las posibilidades de desarrollo de Bolivia. Déjeme preguntarle, si esto es en estricto rigor así, ¿cómo se explica al mismo tiempo que Bolivia sea por tercer año consecutivo el país que más va a crecer dentro de Latinoamérica, entre 4,5 y 5% hacen los cálculos  los economistas de la CEPAL, ha reducido en los últimos años en 20 puntos la pobreza, ha cuadruplicado el salario mínimo, ha aumentado el salario medio, ha tenido un incremento importante en materia de inversiones, ha cuadruplicado RI por ejemplo, además con la posibilidad de utilizar los puertos chilenos de forma libre, con libre acceso y libre tránsito?, ¿no hay al menos una cierta distorsión en plantear que Bolivia está postergada en su desarrollo como producto de esto cuando: 1) utiliza puertos chilenos; 2) en efecto a Bolivia no le va mal si uno lo compara con el resto de Latinoamérica como ha ido creciendo, sobre todo la última década?”.

MESA: Luego de comentar que “Yo sería una persona absolutamente desconocedora de la historia, sería un ingenuo….”, Mesa sostiene: “Decir que el desarrollo de Bolivia, la pobreza de Bolivia y el retraso histórico de Bolivia está vinculado a nuestra mediterraneidad, sería sacarme de mi responsabilidad como sociedad, lo que a los bolivianos y a nuestros gobernantes y a mí mismo como gobernante, nos toca de responsabilidad". “El ser un país mediterráneo me reduce las posibilidades de crecimiento de mi PIB entre 1 y 1,5%....”. También agrega: “Lo que la mediterraneidad le ha generado a Bolivia es una disminución de su crecimiento potencial, pero no es el motivo ni la razón de los problemas históricos de la pobreza boliviana, en absoluto”.

Si bien debe ponderarse el hecho que Mesa rescata la importancia de la propia responsabilidad como explicación de nuestro rezago, también se puede apreciar que no hace ningún intento por explicar el boom actual en Bolivia, relacionado primordialmente con el crecimiento explosivo de los precios de las materias primas y alimentos a nivel internacional, donde el uso de los puertos chilenos no ha tenido un papel particularmente favorable, sea porque buena parte del auge no ha requerido de los mismos (se trata de exportaciones de gas por ductos a otros países vecinos) o porque se ha podido advertir una serie de perturbaciones y crecientes costos de transacción en su empleo. 

Dicha explicación era oportuna y necesaria, puesto que la fase actual del crecimiento económico boliviano es absolutamente excepcional, ya que alcanza tasas inéditas de crecimiento aún a pesar de una serie de trabas, obstáculos y limitaciones que subsisten plenamente. Ello tiene que ver no solo con el extraordinario crecimiento de los precios internacionales, como ya se señaló, sino también con el hecho que gran parte de nuestros principales rubros de exportación se ha beneficiado de dichos altos precios, lo que ha impactado enormemente en nuestra canasta de bienes de exportación. Por cierto que la llamada “nacionalización” de los hidrocarburos (en realidad, nuevos contratos con contrapartes que antes fungian como patrones y ahora lo hacen como socios) también ha contribuido a retener una parte proporcionalmente más alta de las rentas hidrocarburíferas que lo que ocurría antes. 

Esta explicación también era indispensable para poner sobre el tapete la magnitud de la pérdida de recursos que ha sufrido Bolivia a raíz de la pérdida de su Litoral. Aquí hay varios asuntos que es indispensable tomar en cuenta. 

Un primer aspecto se relaciona con la cuestión de la “cualidad” marítima que ha dirigido la atención nacional al mar mismo, perdiendo de vista la “cantidad” de territorio arrebatado y con ello el valor de todos los recursos que se hallan en él.  


Un segundo aspecto se refiere a la atención brindada por académicos a los costos de la mediterraneidad, entendidos como los costos de estar alejados del mar (y a ríos navegables de curso internacional!), lo que ha conducido a amplios estudios (entre ellos los de Krugman, Sachs y Gallup) para estimar en términos de tasas de crecimiento, cuánto pierde un país anualmente por dicha condición. En efecto, en el caso de Bolivia se ha estimado entre 1 y 1,5% las pérdidas en su crecimiento anual por su condición mediterránea, lo cual no incluye específicamente los costos relacionados con la pérdida de acceso directo al mar, así como tampoco el valor de los recursos arrebatados.

Un tercer aspecto es el que está relacionado justamente con la variedad, la cantidad y el valor de los recursos arrebatados por Chile. Bolivia ha perdido ingentes recursos marinos, así como otros recursos muy ricos en la costa y en todo el litoral, como el guano y salitre, recursos valiosísimos en el mundo en la época en la que nos fueron arrebatados para combatir la hambruna en Europa y otros lugares, así como el cobre que hizo exclamar al Presidente Allende que “el cobre es el sueldo de Chile”, a lo que habría que agregar que el cobre se encuentra en Chuquicamata que es parte del territorio arrebatado a Bolivia.


Este último punto ha sido exhaustivamente estudiado por Javier Nogales, ex presidente del Banco Central de Bolivia, quien ha estimado el valor total del cobre apropiado por Chile en 3 billones de dólares, es decir, en 3 millones de millones de dólares, tomando como base para su estudio fuentes de información originales de Chile y Estados Unidos. Dicha fabulosa riqueza solo se explica por el hecho que el cobre ha adquirido gran importancia mundial y que Chile es desde hace muchos años el primer productor de cobre en el mundo y muy superior al conjunto de varios otros países que le siguen en importancia (Nogales, ver:
http://www.la-razon.com/suplementos/animal_politico/Xavier-Nogales-Chile-perder-millones_0_2326567385.html). 

Por todo lo señalado, es oportuno destacar que el rezago económico boliviano tiene muchas raíces, una de las cuales es su situación de mediterraneidad, que nos ha obstaculizado los contactos con el mundo, y otra -que ha fortalecido dicha condición mediterránea- tiene que ver con todos los recursos arrebatados, que sin duda superan varias veces el 1 a 1,5% (anual) mencionado por Mesa en su intervención. La influencia del factor geográfico en el rezago económico boliviano ha jugado un papel significativo en nuestro devenir histórico, mucho mayor del que usualmente se suele aceptar. 
 http://yapukamani.blogspot.com/2014/09/terra-ultra-incognita-influencia-del.html 

Por cierto que los costos se acrecientan aún más, cuando un país alejado del mar, al que además se le ha arrebatado su único acceso al mar, tampoco se empeña en superar su encierro, sentando bases razonables para acceder a los ríos navegables de curso internacional que lo tocan. En el caso de Bolivia, existen dos hidrovías de curso internacional que tocan al país, como son los ríos Madera-Amazonas en la cuenca del Amazonas y Paraguay-Paraná, en la cuenca del Plata. Ambas vías podrían permitirle a Bolivia contar hoy en día con otras opciones complementarias de salida soberana al mar, que nos permitirían estar en otro pie y contar con otras capacidades de negociación frente a nuestro vecino del Mapocho. Se ha formulado planteamientos para desarrollar accesos viables a dichas hidrovías, particularmente a la hidrovía Paraguay-Paraná, sin haber recibido hasta el presente atención debida.   (http://yapukamani.blogspot.com/2014/01/salida-soberana-de-bolivia-la-hidrovia.html

En síntesis, podemos señalar que el rezago económico de Bolivia se explica por muy diversos factores que es largo enumerar y detallar y que no corresponde al alcance de esta nota, a los cuales hay que sumar nuestra distancia media al mar, la perdida de nuestro acceso directo al mar, la falta de aprovechamiento adecuado de las vías fluviales internacionales y la pérdida de ingentes y cuantiosos recursos marinos, así como todos los recursos que se hallaban en el territorio del Litoral arrebatado, que han ocasionado una inmensa merma de recursos, muy superior a todas las estimaciones relacionadas con la sola condición mediterránea de Bolivia, como ha sido mencionado en la entrevista comentada. 

En conclusión, podemos decir que se requiere un enfoque más amplio de los costos relacionados con el litoral arrebatado, que son inmensamente mayores a los costos de la mediterraneidad (que se acrecientan aún más si no construimos accesos razonables a las vías fluviales internacionales que tocan Bolivia), y que el enfoque centrado en la “cualidad” marítima perdida nos está conduciendo a conformarnos con recuperar dicha cualidad, lo que en buen latín podría traducirse en contentarnos con recuperar una ínfima franja costera. La pregunta es si “estamos dispuestos a perderlo todo en una negociación”, como plantea Nogales. Esta es una cuestión que deberá dilucidarse claramente en consulta con todo el pueblo boliviano.