29 mayo 2011

La Escuela de la Vida


Carlos Rodrigo Zapata C.  

“....viviremos si te cuadra, cual bibosi en motacú” (canción popular cruceña)

No sé en qué momento de la historia surge la idea que la vida misma es la escuela de la vida. Por cierto que lo es, porque es pletórica en enseñanzas, aunque también porque sus enseñanzas suelen pagarse con creces.
 

Pero, ¿cómo evitar recorrer los mismos caminos, cómo aprovechar las experiencias y aprendizajes de nuestros mayores, cómo hacer para no tener que descubrir la pólvora una y otra vez y no tener siempre que volver a empezar?. ¿Cómo hacer para no pagar con sangre lo ya conocido, lo obvio, lo que de todas maneras requerimos para ganarnos nuestro lugar en la comunidad en que convivimos?

Bibosi en Motacú
La idea del árbol y la enredadera siempre me ha conmovido, pues nos permite comprender muchas cosas, en especial, lo autónomo y lo dependiente, lo que guía y lo que es guiado, al maestro y su discípulo, lo histórico y lo lógico. Así como el árbol crece por su cuenta, como un aventurero en busca del sol, la enredadera sólo puede crecer anudándose al árbol, pero nunca podrá crecer más que el árbol. No obstante ello, incluso para imágenes tan rotundas, existe –como siempre- su excepción. En las extensas llanuras orientales de Bolivia podemos apreciar la relación simbiótica entre el motacú y el bibosi, entre el árbol y la enredadera. Por ejemplo, en el hermoso pueblo de Loreto, allá en el Beni, en su plaza se puede observar esa impresionante danza de la naturaleza. El bibosi puede crecer y desarrollarse anudándose al árbol del motacú, hasta el punto de hacerse tan fuerte que termina asfixiando y matando al árbol. En esta historia, aunque el bibosi no crece más que el motacú, éste no vive para contar la historia.

Pero yo sólo quería hablar de la escuela de la vida y quería referirme única y exclusivamente a la escuela misma, a ese recinto en el que solemos pasar muchos años de nuestra infancia y adolescencia, y heme aquí discurriendo sobre el árbol, la enredadera y asuntos afines.

Es que creo que hay una relación íntima entre esos tres puntales: la escuela, el árbol y la enredadera. La escuela debe estar ubicada justo al medio de ambos, debe ser un observatorio devoto de la unión y lucha de esos titanes. Pero, ¿cómo hacerlo, qué significa algo así?. Lo primero de todo es escudriñar cuidadosamente todo lo que representa el árbol en la vida nuestra, y luego hacer lo mismo en el caso de la enredadera. Encontraremos incontables pares de opuestos complementarios que luchan y combaten entre sí, pero que también tienen sus alianzas y uniones. Esa danza concluirá en unos casos en el triunfo de uno sobre el otro, en otros, en una unidad sólida e inconmovible de ambos, y en otras, en formas simbióticas de coexistencia inaudita. La tarea de la escuela consistirá en conocer cómo concluyen esos encuentros en la vida real, si en momentos de paz y armonía o de triunfo o sometimiento.


Algún día quisiera escuchar a algún estudiante que nos cuente el producto de su paso por una escuela así. Creo sinceramente que habría aprendido desde su escuela tanto de la vida, que no habría simbiósis más plena y profunda que la que puede encontrarse en cualquier ámbito de la vida.

La escuela y la vida no son antagónicos, no son entes opuestos y contradictorios. Por el contrario, son la unidad dialéctica más completa y perfecta que podemos conocer. Qué significa ello?. Pues que la expresión más pura de cada uno de dichos momentos es posible alcanzar mediante su complementación mutua, mediante la compenetración más íntima y profunda que podamos conseguir entre ambos. Pues no hay vida que valga vivir si es que no la podemos comprender ampliamente, ni hay escuela útil para algo que no se halle constantemente ligada a la vida misma.


Mahatma Gandhi

La escuela de la vida es pues la vida de la escuela, pero de una escuela en la que debemos vivir con los ojos bien abiertos. Es la escuela de la enseñanza y el compromiso, del descubrimiento y el embeleso, del orden y la tolerancia, de la disciplina y el esparcimiento, del respeto y de la excelencia, del amor por la vida y su goce pleno, de la continuidad y el cambio, del derecho de transformación y la preservación escrupulosa de los valores y de las leyes de la naturaleza, del libre albedrío y de la comprensión de sus límites, como la expresión culmine de la experiencia humana. Es la escuela que empieza en la familia y continua en la escuela y atraviesa la sociedad entera y la vida misma a través de todos sus confines y de todos los tiempos.

Es la escuela que la hacemos todos, cada uno contribuyendo con su granito de arena, pero aportando creativa, constructiva y ordenadamente en ese empeño. Es una escuela que se mezcla con la vida, pero no se confunde con ella, pues es un crisol de enseñanza y aprendizaje de las experiencias de nuestros mayores y de nuestra propia observación e inquietud. Es el medio fundamental para elevarnos constantemente en nuestra humanidad, en el sentido más alto y celoso que tengamos de ella. Es el modo de vivir cada vez mejor, sin dar las espaldas a la vida, sino en plena complicidad con ella.

24 mayo 2011

24 de Mayo, Día Nacional contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación


Carlos Rodrigo Zapata C.

Con asombro y con dolor asisto a este 24 de mayo, fecha en que recordamos uno de los actos más temibles de humillación y desprecio que públicamente se ha puesto de manifiesto alguna vez en nuestra patria contra un grupo de seres humanos.

Me refiero al Mayo Negro, a ese día en que una muchedumbre desbocada y enajenada en la ciudad de Sucre, no tuvo ninguna muestra de piedad y conmiseración ante un grupo de personas pertenecientes a los pueblos indígena originario campesinos de nuestra tierra, para poner de manifiesto todos sus resentimientos, rencores y odios.

Todos los actos realizados ese día para denigrar a ese grupo humano, todas las bochornosas escenas que se han quedado tristemente grabadas en nuestra memoria colectiva, son indescriptibles y constituyen una gravísima afrenta a nuestros sentidos humanos más elementales, un atentado incalificable contra la inmensa necesidad que tenemos de construir un porvenir juntos entre todos los bolivianos.

El día de hoy, 24 de Mayo de 2011, se inaugura un monumento de reivindicación a las personas agredidas hace
tres años, y ya surgen quejas y protestas en contra por la afrenta que ello significaría hacia la ciudad de Sucre, como si no hubiera razón suficiente para recordar esos sucesos, como si ocultarlos o ignorarlos pudiera ser de algún beneficio.

La tarea primordial radica en recordar esas afrentas, pues no hay ningún mal que pueda enfrentarse y superarse si no somos capaces de reflexionar profundamente sobre lo acontecido.

A continuación deseo aprovechar las memorables palabras del Ex Presidente Federal de Alemania, Richard von Weizsäcker expresadas en ocasión del 40º. Aniversario de la finalización de la Segunda Guerra Mundial. Si bien se refieren al evento más tenebroso y escabroso que le ha tocado vivir a la humanidad, el valor profundo de sus reflexiones es muy provechoso en nuestras circunstancias para hacer frente a toda forma de racismo, discriminación y desprecio en nuestro país.








Discurso del Presidente Federal, Richard von Weizsäcker, en ocasión del 40. Aniversario de la finalización de la Segunda Guerra Mundial (extractos, ver texto original más abajo)

El 8 de Mayo es para todos nosotros, un día para recordar lo que la gente tuvo que sufrir. Es también un día de reflexión sobre el curso de nuestra historia. Mientras más honestamente lo conmemoremos, más libres seremos para asumir responsablemente sus consecuencias.


El 8 de Mayo es un día de recuerdo. Recordar, eso significa, conmemorar un acontecimiento tan honesta y puramente que llegue a constituirse en una parte de nuestro propio ser interior. Eso plantea grandes exigencias a nuestra veracidad.


Recordamos, en particular, a los seis millones de judíos que fueron asesinados en campos de concentración alemanes.


No se trata de superar el pasado. Eso no es posible. No se lo puede cambiar posteriormente o hacer como si no hubiera sucedido. Pero quien cierra los ojos ante el pasado, se vuelve ciego para el presente. Quien no quiere recordar la crueldad inhumana, se hace otra vez vulnerable a nuevos peligros de contagio.


Hemos aprendido de nuestra propia historia de lo que el ser humano es capaz. Por lo tanto, no debemos caer en la ilusión de creer que ahora como seres humanos hemos llegado a ser otros y mejores. (Trad.: C R Zapata)




Rede des Deutschen Bundespräsidenten Richard von Weizsäcker anläßlich des 40. Jahrestages der Beendigung des Zweiten Weltkrieges (extractos) (Ver traducción más arriba)

Der 8. Mai ist für uns vor allem ein Tag der Erinnerung an das, was Menschen erleiden mußten. Er ist zugleich ein Tag des Nachdenkens über den Gang unserer Geschichte. Je ehrlicher wir ihn begehen, desto freier sind wir, uns seinen Folgen verantwortlich zu stellen.
Der 8. Mai ist ein Tag der Erinnerung. Erinnern, das heißt, eines Geschehens so ehrlich und rein zu gedenken, daß es zu einem Teil des eigenen Innern wird. Das stellt groß
e Anforderungen an unsere Wahrhaftigkeit.

Wir gedenken heute in Trauer aller Toten des Krieges und der Gewaltherrschaft.


Wir gedenken insbesondere der sechs Millionen Juden, die in deutschen Konzentrationslagern ermordet wurden.


Es geht nicht darum, Vergangenheit zu bewältigen. Das kann man gar nicht. Sie läßt sich ja nicht nachträglich ändern oder ungeschehen machen. Wer aber vor der Vergangenheit die Augen verschließt, wird blind für die Gegenwart. Wer sich der Unmenschlichkeit nicht erinnern will, der wird wieder anfällig für neue Ansteckungsgefahren.


Wir lernen aus unserer eigenen Geschichte, wozu der Mensch fähig ist. Deshalb dürfen wir uns nicht einbilden, wir seien nun als Menschen anders und besser geworden. 




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Incluyo este valioso testimonio documental de los hechos acaecidos ese infausto 24 de mayo de 2008.  

HUMILLADOS Y OFENDIDOS (2008) Versión Oficial en español por Artes Andes Américas

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16 ago. 2017
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Película documental de 45 minutos dirigida por César Brie, Pablo Brie y Javier Horacio Alvarez que recoge testimonios de los hechos de racismo ocurridos el 24 de mayo de 2008 en Sucre, Bolivia. Investigación y cámara: César Brie. Edición: Javier Horacio Alvarez. Sonido: Pablo Brie. Música: Luzmila Carpio. Producida por Artes Andes Américas en 2008.

https://www.youtube.com/watch?v=my_dfXXaLTI&feature=emb_logo



Incluyo este breve testimonio personal de las consecuencias de los actos de agresión contra la población rural de Chuquisaca acontecidos el año 2008.


Recuerdo que en el mes de septiembre del mismo año de esta agresión sin nombre, me tocó trasladarme a Sucre para realizar una consultoría. 

Al llegar a la plaza principal de la ciudad percibí de inmediato que algo había cambiado. No atinaba al principio a decir qué, simplemente percibía una atmósfera distinta. 

Luego de dar una vuelta a la plaza, de pronto comprendí, qué era lo que me causaba ese desasosiego: los vendedores de origen rural, del interior del departamento, habían desaparecido, no había rastro de ellos en los confines de la plaza. Los tarabuqueños solían estar presentes con sus tejidos y sus llijllas, también otros comerciantes de otros productos de alfarería e instrumentos musicales, pero de igual modo ya no se hallaban en la plaza y alrededores. Solían darle mucha vida al ambiente de la plaza. Pero en ese momento había un gran silencio y una energía distinta. 

Así me di cuenta que las salvajes agresiones contra los pobladores del área rural apenas 4 meses antes, habían dejado una huella pesada y profunda en la ciudad.

 CR Zapata