Carlos Rodrigo Zapata C. (*)
Hoy en día podríamos decir que ya no podemos irnos “orejanos” de este mundo desde que existe ChatGPT. ¿Qué es un “orejano”? Es un ternero no marcado a fuego, permanece impoluto podríamos decir, donde su pureza está aún inalterada. Esta figura del orejano nos la enseñó Jesús Urzagasti, el escritor y periodista chaqueño que nos dejó una obra imperecedera.
¿Por qué sostenemos algo así? Porque gracias a ChatGPT podemos obtener respuestas tan claras y contundentes a nuestras preguntas que ya no caben espacios para seguir sosteniendo puntos de vista fantásticos que ya han sido arrasados por la ciencia, la evidencia empírica, la experiencia y la sabiduría. Dicho en breve: ya no hay espacio para nuestras creencias y fantasías, ya no somos terneros inocentes. Aquí sí podemos hablar de un “fin de la historia”. Lástima que tome tanto tiempo convencerse de que ya no hay espacio para tanta fantasía, falsedades y fake news de toda laya.
¿Qué es
ChatGPT?
ChatGPT es un sistema de chat
basado en el modelo de lenguaje por inteligencia artificial GPT-3, desarrollado
por la empresa Open AI. Es un modelo con más de 175 millones de parámetros,
entrenado con grandes cantidades de texto para realizar tareas relacionadas con
el lenguaje, como generación de textos, traducción o creación de código. Es una
inteligencia artificial que puede responder preguntas, ayudar al usuario a
encontrar información y cambiar el tono según el contexto.
Bing IA
A este
terreno nos han llevado, por ejemplo, los libertarios
extremistas que creen que es cuestión de hacer desaparecer el Estado para
que las cosas encuentren su rumbo natural, espontáneo y superador de toda clase
de embrollos, guiadas por “la mano invisible” del mercado.
Adjunto
unas consultas a ChatGPT sobre el complejo temático conformado por la función
social de la propiedad, calentamiento global, crisis climática, desigualdad,
economía de mercado, liberalismo y Estado. A fin de obtener su respuesta de
modo claro y conciso le pedí que me la diera en forma de discurso.
En la
primera pregunta me limité a pedir su enfoque en torno a la función social de
la propiedad. Luego le pedí que incluyera asuntos como el calentamiento global,
el cambio climático, la desigualdad, el liberalismo y la economía de mercado.
En último término le pedí que incluya el Estado en su respuesta.
Aquí
vienen sus respuestas. Las primeras dos me las dio de forma simultánea
(¡alucinante!), la tercera me la dio cuando le pedí que incluyera expresamente
el tema del Estado. Al final agrego unos comentarios.
CRZC:
¿Qué significa la función social de la propiedad?
¿En qué casos, ámbitos o situaciones es indispensable que se aplique dicha
función? ¿De dónde surge su necesidad, en qué medida se cumple o satisface
dicha función?
ChatGPT
Primera respuesta:
La función social de la propiedad
es un concepto legal y filosófico que se refiere a la idea de que la propiedad
privada no debe ser ejercida de manera absoluta o ilimitada, sino que debe
cumplir ciertas obligaciones y responsabilidades hacia la sociedad en su
conjunto. Esta función social de la propiedad varía según el contexto legal y
político de cada país, pero en general, tiene varios componentes clave:
1. Uso adecuado: Los propietarios
deben utilizar sus propiedades de una manera que contribuya al bienestar de la
sociedad y no cause daño o perjuicio injustificado a otros miembros de la
comunidad.
2. Beneficio público: La propiedad
privada no debe ser un obstáculo para el interés público. En algunos casos,
puede ser expropiada o limitada en su uso si es necesario para proyectos de
utilidad pública, como la construcción de carreteras, hospitales o escuelas.
3. Responsabilidad ambiental: Los
propietarios deben ser responsables del impacto ambiental de sus propiedades y
deben tomar medidas para prevenir la contaminación o el deterioro del entorno
natural.
4. Justa distribución de la riqueza:
La propiedad privada debe contribuir a la justa distribución de la riqueza y
los recursos. Esto puede implicar la implementación de políticas fiscales
progresivas o la regulación de la concentración de la propiedad en manos de
unas pocas personas o empresas.
La necesidad de aplicar la
función social de la propiedad surge de la preocupación por equilibrar los
derechos individuales de propiedad con el bienestar y los intereses de la
sociedad en su conjunto. En situaciones donde la propiedad privada se ejerce de
manera absoluta y sin consideración por el impacto en la sociedad o el medio
ambiente, pueden surgir desigualdades, injusticias y problemas sociales.
La medida en que se cumple o
satisface la función social de la propiedad varía de un lugar a otro y depende
en gran medida del marco legal y político de cada país. Algunos países tienen
regulaciones más estrictas y políticas públicas diseñadas para garantizar que
la propiedad privada cumpla su función social, mientras que en otros lugares,
esta función puede ser menos enfatizada o regulada de manera más laxa. La
efectividad de la aplicación de la función social de la propiedad también puede
ser objeto de debate y controversia en la sociedad, ya que a menudo involucra
un equilibrio delicado entre los derechos individuales y el bienestar
colectivo.
Segunda respuesta:
La función social de la propiedad
es un concepto legal y filosófico que se refiere a la idea de que la propiedad
privada no debe ser ejercida de manera absoluta o ilimitada, sino que debe
cumplir ciertas obligaciones y responsabilidades hacia la sociedad en su
conjunto. Esta función social de la propiedad se deriva de la noción de que la
propiedad no es un derecho absoluto, sino que está sujeta a ciertas
limitaciones y deberes que benefician a la sociedad en general.
La función social de la propiedad
es indispensable en varios casos, ámbitos y situaciones, que pueden incluir:
1. Vivienda: En muchos países, se considera
esencial que la propiedad inmobiliaria se utilice de manera adecuada y no se
deje desocupada o en estado de abandono, especialmente en áreas con escasez de
viviendas. Esto se hace para garantizar que las propiedades se utilicen de
manera efectiva para satisfacer las necesidades de vivienda de la población.
2. Medio ambiente: La función social de la
propiedad también se aplica en situaciones donde la propiedad puede tener un
impacto significativo en el medio ambiente. Los propietarios pueden estar
obligados a tomar medidas para proteger y preservar los recursos naturales en
sus tierras, evitando la contaminación y el agotamiento de recursos.
3. Expropiación para el bien público: En casos de proyectos de infraestructura
pública, como la construcción de carreteras, aeropuertos o hospitales, la
propiedad privada puede ser expropiada en interés del bien público. Esto
implica que la propiedad se utiliza para beneficio de la sociedad en lugar de
los intereses individuales del propietario.
4. Redistribución de la riqueza: En algunos países, la función
social de la propiedad se utiliza como base para políticas fiscales y de
redistribución de la riqueza. Esto puede incluir impuestos progresivos y
regulaciones para evitar la concentración excesiva de la propiedad en manos de
unos pocos.
La medida en que se cumple o
satisface la función social de la propiedad varía según la legislación y la
implementación en cada país. Algunos países pueden tener regulaciones más
estrictas y sistemas de aplicación para garantizar que la propiedad cumpla su
función social, mientras que, en otros lugares, estas regulaciones pueden ser
menos rigurosas o su aplicación puede ser deficiente. La función social de la
propiedad es un tema importante en la teoría y la práctica del derecho de
propiedad y la política pública, y su aplicación puede generar debates y
controversias en la sociedad.
¿Qué papel le correspondería al Estado en este
complejo de urgencias, necesidades, desastres y desafíos? ¿Puede quedar el
manejo de todo ese complejo en poder únicamente del sector privado?
ChatGPT
1. Regulación y protección ambiental: El Estado tiene la
responsabilidad de establecer y hacer cumplir regulaciones ambientales sólidas
para proteger el medio ambiente y mitigar el cambio climático. Esto incluye
limitar las emisiones de gases de efecto invernadero, proteger la biodiversidad,
garantizar la gestión sostenible de los recursos naturales y abordar la
contaminación.
2. Promoción de la sostenibilidad: El Estado puede fomentar
prácticas empresariales sostenibles a través de incentivos económicos,
subsidios a la investigación y desarrollo de tecnologías limpias, y la
implementación de políticas de compras públicas verdes.
3. Investigación y desarrollo: El gobierno puede financiar
investigaciones y proyectos de desarrollo relacionados con la mitigación y
adaptación al cambio climático, así como la transición hacia una economía más
sostenible.
4. Infraestructura verde: El Estado puede invertir en
infraestructuras verdes, como sistemas de transporte público eficiente, energía
renovable y redes de suministro de agua y saneamiento más sostenibles.
5. Educación y conciencia pública: El gobierno tiene un papel
importante en la educación pública sobre cuestiones ambientales y la promoción
de la conciencia ambiental en la sociedad.
6. Justicia social: El Estado puede abordar la
desigualdad económica y social a través de políticas fiscales progresivas y
programas de bienestar, asegurando que las soluciones a los desafíos
ambientales no recaigan de manera desproporcionada sobre los grupos más
vulnerables.
7. Cooperación internacional: El cambio climático y otros problemas
ambientales son cuestiones globales que requieren cooperación internacional.
Los Estados pueden desempeñar un papel importante en la diplomacia ambiental y
la participación en acuerdos internacionales para abordar estos problemas de
manera conjunta.
En cuanto a si el manejo de estos desafíos puede
quedar únicamente en manos del sector privado, es importante reconocer que, si
bien el sector privado tiene un papel importante en la innovación y la
implementación de soluciones sostenibles, los intereses comerciales
individuales pueden no alinearse siempre con el bienestar social y ambiental.
Por lo tanto, la regulación gubernamental y la supervisión son esenciales para
garantizar que las empresas operen de manera responsable y en beneficio de la
sociedad en su conjunto.
En resumen, el Estado desempeña un papel
insustituible en la gestión de desafíos como el cambio climático y la función
social de la propiedad. Su función es equilibrar los intereses privados con el
bienestar público, estableciendo políticas y regulaciones efectivas y
promoviendo soluciones sostenibles para garantizar un futuro más justo y
sostenible para todos. La colaboración entre el sector público y privado es
esencial para abordar eficazmente estos complejos problemas globales.
CONCLUSIÓN
Como
podemos apreciar, ChatGPT maneja un enfoque muy contundente basado en
información y en una fantástica base de datos que tiene a su alcance. Sostener
un punto de vista ya no es ni puede ser más una cuestión de insistir, gritar o
insultar, es cuestión de información, de manejo adecuado de los contextos, de
su correcta interrelación, y no de excluir lo que se le antoja a cada discurso.
Lo
señalado anteriormente no significa que ChatGPT sea algo así como un nuevo
oráculo, el Delfos de nuestro tiempo, pero, eso sí, significa una valla mucho
más alta que la que hasta ahora hemos utilizado y tenido a nuestro alcance. Dejemos
de jugar a las ideologías todopoderosas, primero porque el mundo es mucho más
ancho y ajeno de lo que imaginamos y, segundo, porque ya no tenemos el poder de
contar cuentos chinos sin réplica instantánea, usando fuentes más poderosas de
información, base indispensable para toda reflexión.
En lugar
que los “liberales” sigan tratando de imponer un discurso tan hueco y falaz
como el de las divinas fuerzas del mercado libre que todo lo pueden y los
“progres” sigan inventándose discursos extraviados, sin ningún norte ni
propuesta seria, sería mucho mejor que en todos los lados del espectro político
económico se aboquen a estudiar la forma de interrelacionar todo lo señalado,
ya que de su adecuada resolución depende el destino humano.
Excluir
de antemano el mercado o el Estado, sin tener respuestas coherentes y razonables
para todo el espectro de problemáticas que están haciendo de las suyas en el
planeta, no sólo es arrogante, es profundamente estúpido. Lo primero es que los
“liberales” reconozcan que existe un debacle climática y ambiental causada por
la acción humana con plena intervención de los mercados, los libres, los
libertinos y los controlados, y los “progres” decidan si tienen una línea clara
e intransigente en defensa de los derechos humanos y de la Madre Tierra o
prefieren nomás sumarse a las mafias que ya asolan nuestros países.
Sin
reconocer la realidad y optar por líneas de acción coherentes no hay futuro
sostenible inclusivo promisorio (SIP, se lee sin respirar de modo seguido),
sólo falacias e imposturas.
--------------
(*) Carlos Rodrigo Zapata C. Es Economista, Especialista en
Planificación Territorial, Diplomado en Sistemas de Información Geográfica,
Percepción Remota y Sistemas de Posicionamiento Global, Catedrático de
Desarrollo del Capitalismo. Analista político, social y ambiental.