25 abril 2017

Señor Gonzales: La democracia no sólo es cumplimiento de reglas, primordialmente es ejercicio de voluntades

 
Carlos Rodrigo Zapata C.

Hace unos días, ante la decisión de la oposición de abandonar los diálogos establecidos con el oficialismo para acordar los procedimientos más pertinentes a seguir para la nueva elección de Magistrados a los más altos estrados judiciales de nuestro país, usted, Señor Gonzales, Presidente de la Cámara de Senadores, señaló presurosamente que entonces se recurriría a los votos del oficialismo. Como todos sabemos, el oficialismo goza al presente de dos tercios de los votos en el Legislativo, es decir, una maquinaria capaz de imponer lo que se le antoje.
Esta reacción me ha causado enorme preocupación, porque me da la impresión que usted está viendo a la democracia como un mecanismo que debe limitarse a cumplir ciertas reglas. Mi intención es hacerle notar que ello no es así, y mucho menos en los marcos y contextos en que se presenta esta difícil tarea, de definir los procedimientos más adecuados para elegir a nuevos Magistrados. Permítame caracterizar esos marcos, porque no vaya a ser que se los esté dejando fuera de toda consideración y eso ya no podría pasar como un mero pecado venial. 

PRIMERO, el gobierno ha aplicado un modelo de elección de Magistrados que ha fracasado en toda la línea, situación que ha causado enorme zozobra en la ciudadanía durante los pasados 6 años desde esa malhadada decisión. Esta situación ha sido claramente reconocida y admitida por el oficialismo, comprometiéndose de este modo a enmendar ese fracaso.

En el transcurso del tiempo, diversos especialistas y jurisconsultos han dado a conocer sus puntos de vista y han formulado diversas recomendaciones que nos ayuden a superar semejante situación y a reconducir el proceso de elección de Magistrados de un modo mucho más cuidadoso y pertinente. Incluso yo mismo me he permitido sugerir algunos pasos a seguir, apoyándome en propuestas de reforma en el exterior, provenientes en este caso de un partido afín al oficialismo boliviano, como es PODEMOS en España. [Aquí incluyo el link de mi propuesta]

De modo que tanto por el fracaso que representa el modelo ensayado, como por el reconocimiento público de dicho fracaso por parte de las máximas autoridades del país, no puede esperarse otra cosa que un ajuste y modificación profunda de los procedimientos aplicados anteriormente.

SEGUNDO, el país todo sabe perfectamente que el oficialismo está buscando las vías que le permitan a su binomio en funciones poder optar a una nueva reelección, pese a que ya se realizó una consulta a la ciudadanía, la que rechazó el 21F la posibilidad de modificar la Constitución. En este marco, la elección de nuevos Magistrados cobra una importancia trascendental, mucho más si vemos que no existe vía legal alguna que le permita al oficialismo legalizar una posible reelección. 

En este sentido, está claro que una de las opciones que se buscará es que las nuevas autoridades judiciales puedan realizar alguna interpretación constitucional bizarra que muestre que no hay ningún impedimento para una nueva re postulación del binomio oficialista, de modo que nadie, nunca, ni en ninguna parte pueda dudar de la legitimidad de un nuevo gobierno de dicho binomio. Sabemos que siempre es posible encontrar gente servil para lo que se pretenda lograr, como modo de imponer intereses y de evadir propias responsabilidades.

Son estos dos marcos contextuales que demandan y exigen suma prudencia en los pasos que se están dando para elegir nuevos Magistrados. Es ahora que está actuando el oficialismo, ahora es cuando está preparando el escenario que producirá la decisión que quiere y busca desesperadamente. Usted, Señor Gonzales, está en medio de las decisiones que se están tomando y ya está desentendiéndose de las consecuencias, aún antes de haber arrojado ninguna piedra. 

En síntesis. Mi pedido, mi invocación, es que se comporte a la altura de un ciudadano con ética impecable, que va a actuar según su conciencia y su más leal saber y entender, como un demócrata que no se contenta con aplicar a letra muerta la democracia, y que no va a actuar al influjo de ordenes ni presiones, ni de compromisos que no sean con la ley y la justicia en su sentido correcto, y velando siempre por la convivencia pacífica de los ciudadanos.

Resumiendo:

- La justicia en Bolivia está quebrada, por lo que debe ser reconstruida desde sus mismos fundamentos.

- El país ya se sometió a un modelo de elección de Magistrados que fracasó estrepitosamente, por lo que no existe razón alguna para repetirlo, si lo que se pretende es encarar al grave problema que representa la justicia en Bolivia.

- El modelo aplicado fracasó primordialmente por su diseño y aplicación. En materia de diseño, la preselección de los candidatos por parte de los Legisladores oficialistas no permitió verificar la idoneidad y transparencia de dicha preselección, situación que automáticamente mantuvo alejados a jurisconsultos valiosos, de trayectoria respetable. En materia de aplicación, haber convalidado la elección de Magistrados con los votos recibidos, pese a que el 90% del electorado votó blanco o nulo, resulta una afrenta grave a la voluntad ciudadana y devela un afán por imponer un esquema que a ojos vista resultaba atentatorio contra las bases de la convivencia pacífica.

- Los más altos funcionarios de estado y gobierno han admitido que dicho procedimiento de elección de Magistrados fue un fracaso y que la justicia está peor que nunca, razón por la que se sobreentiende que no puede haber nada peor que aprestarse a repetir semejante experiencia nuevamente.

- El oficialismo ha dado muestras muy evidentes de tener un interés fundamental en la nueva elección de Magistrados, al punto que se ha atrevido a sugerir la participación de unos técnicos universitarios en el proceso, pero se ha negado a darles ninguna atribución o dejar en sus manos el diseño del procedimiento de preselección y elección de Magistrados. Todo ello da muestras inconfundibles que el oficialismo quiere repetir la nefasta experiencia anterior y no está dispuesto a enmendar los yerros cometidos.

Por todo ello, en aras de la justicia, la convivencia, el respeto a la ciudadanía y a la democracia, por la que ciudadanos de este país han dado hasta su propia vida, le pido no apegarse a la letra muerta de la democracia, le convoco a que no la desmantele, a que la aplique en su sentido más amplio y venerable que nos es posible: interprete correcta y juiciosamente el sentir ciudadano, el deseo de construir una justicia respetable por todos. 

No se escude en la oposición ni en su mayoría y sean leales a su palabra. 

En este marco, me permito reiterarle mi mensaje de hace unos días:


AL FINAL NO INTERESA SI ES CON ACUERDO O CON APLANADORA. LO QUE REALMENTE IMPORTA ES APRENDER LAS LECCIONES DEL PASADO Y NO REPETIRLAS, NO?