El día más aciago y desgraciado en la historia boliviana se produjo el 14 de febrero de 1879, el dia en que Chile decidió invadir, ocupar y apoderarse del Litoral Boliviano. Desde entonces las relaciones con el país invasor no han podido encontrar un espacio para la convivencia armónica antre ambos estados, situación que ha dañado, perjudicado y deteriorado el conjunto de las relaciones entre los pueblos. Esta agresión ya más que centenaria, está afectando seriamente las relaciones entre los hermanos sudamericanos. No es posible seguir mirando a los costados y hacer de cuenta que aquí no pasó nada o que se trata de un "asunto bilateral". Es tiempo de tomar iniciativas que conduzcan a un arreglo amigable y pacífico, a la altura de nuestra común heredad y de nuestras luchas compartidas. Hoy, en el 134 aniversario de esa afrenta incalificable, deseo poner a disposición del público lector, fracciones de una nota publicada por el periódico Opinión de Cochabamba el 2011 en torno a ese episodio, mi carta de agradecimiento y la nota de respuesta. |
¡Viva Bolivia, viva Bolivia marítima, vivan sus defensores!
La Paz, 14 de febrero de 2013
Carlos Rodrigo Zapata C.
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Día del mar
PARTES OFICIALES DE AUTORIDADES BOLIVIANAS DABAN CUENTA DE
LA TIRANíA Y HUMILLACIóN SUFRIDA EN LA INVASIóN DEL LITORAL. LA RETIRADA ERA
PREDECIBLE
Tiranía y humillación: “Un atentado incalificable”
Por: Zulma Camacho Guzmán zcamacho@opinion.com.bo
“Sin fuerzas para combatir a los invasores que, alentados por nuestra debilidad, hacen gala de la entereza usurpando derechos, hollando la dignidad del boliviano, aherrojando a las autoridades, consumando, en fin, un hecho que no necesita definirse para ser conocido en toda su monstruosa deformidad e injusticia!”.
Con honor, y apabullados por la tiranía, Zapata expresó sus últimas palabras de aliento a la población. “Bolivianos: La primera autoridad, a nombre de la Patria abofeteada, os llama a que os reunáis en torno del desgarrado pabellón de Bolivia, para repetir nuestra protesta, único camino que nos deja la suerte”, finalizó perplejo Zapata. La primera posibilidad: “abandonar el territorio invadido, imposible de defender”.
Finalmente, la anunciada retirada de los bolivianos fue consolidada por Zapata. “Estando tomada esta plaza por las fuerzas de su mando y el amotinado populacho chileno, he creído conveniente que la fuerza de esta guarnición salga para Cobija por tierra. Así queda obviado cualquier inconveniente y salvada toda dificultad. El día 16 partirá el suscrito y demás empleados puerto de Cobina, cediendo a fuerza mayor. Dios guarde a Ud”, señala la carta del prefecto Severino Zapata”.
* Tomado del diario “El Comercio”, de 28 de febrero de 1879.
Honor. Valor e indignación
“Mandado por mi Gobierno a ocupar la Prefectura de este departamento, sólo podré salir a la fuerza. Puede Ud. emplear ésta, que encontrará ciudadanos de Bolivia desarmados, pero dispuestos al sacrificio y al martirio. No hay fuerza con qué contrarrestar a tres vapores blindados de Chile, pero no abandonaremos este puerto, sino cuando se consume la invasión armada. Desde ahora y cuando haya motivo protesto a nombre de Bolivia y de mi Gobierno contra el incalificable atentado que realiza”.Severino Zapata, al comandante en jefe de las fuerzas expedicionarias sobre el Litoral Boliviano.
Carta de agradecimiento
La Paz, 19/4/11
Estimada Zulma,
Estimada Zulma,
Como tataranieto del Cnl. Severino Zapata, por
la presente deseo expresarle mi satisfacción con su nota con motivo del Día del
Mar, pues considero que refleja delicadamente el ánimo que debió
haber embargado al Cnl. Zapata el 14 de febrero de 1879, día tan
aciago para todos nosotros.
Consciente de la magnitud de la invasión, como
militar que era, comprendía perfectamente que no teníamos ninguna opción de
hacer frente a ese ataque artero por la vía armada. Como sabemos, Chile se
preparó largamente para ocupar nuestro Litoral. Por ello, Severino prefirió
recurrir a la protesta, a la denuncia e incluso al ofrecimiento del propio
sacrificio y el martirio, con tal de evitar que Bolivia se precipite en una
conflagración bélica.
La vía pacifista que él propugnó no prosperó. Sin
muchas reflexiones, nos embarcamos en la lógica guerrerista chilena que
requería tener un enemigo al frente para consumar y consolidar su asalto. Como
lo sabemos, Chile logró su propósito guiado por el lema que la guerra da
derechos, argumento que hasta el día de hoy le sirve a Chile para justificar su
usurpación.
Esto es lo que en breve deseaba compartir con
usted, para subrayar mi satisfacción y gratitud.
Reciba mis cordiales saludos
Atentamente,
Carlos Rodrigo Zapata Cusicanqui- - -- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -- - - - - - - - --
Nota de respuesta
zcamacho@opinion.com.bo
21/04/11
Estimado
Carlos,
Me alegra mucho haber llegado a Ud. a través de este reportaje, nos agradó recibir su comentario y aporte a lo publicado.
Un abrazo,
Zulma Camacho
Me alegra mucho haber llegado a Ud. a través de este reportaje, nos agradó recibir su comentario y aporte a lo publicado.
Un abrazo,
Zulma Camacho