17 julio 2012

¿Cuál es la función primordial de los medios de comunicación?



Carlos Rodrigo Zapata C. (*)

“….una sociedad que no está bien informada no es plenamente libre”
CIDH Consultiva, 1985


Una de las conquistas más formidables de las sociedades humanas ha consistido en la creación de sistemas de medios de comunicación, que les permiten acceder a información básica para articular sus planes de vida, condición esencial para una convivencia humana pacífica. De ahí que velar por el adecuado funcionamiento de dichos sistemas es una tarea fundamental en toda sociedad empeñada en preservar los valores de la libertad, la igualdad, el respeto, el diálogo y la participación.

El asunto clave es, ¿qué deben hacer los medios de comunicación para cumplir adecuadamente su misión? Ahí se plantea las preguntas por la función que les corresponde desempeñar a los medios y por la mejor forma de hacerlo.

Si examinamos la forma en que los medios de comunicación en Bolivia cumplen su función, descubrimos algunos rasgos peculiares que impregnan su carácter. Por un lado se observa una actitud, excesivamente moralizante, consistente en saber siempre y de antemano lo que es bueno para la sociedad, así como en asumir roles y representatividades que no les corresponde a los medios de comunicación. Por otro lado,  se aprecia una tendencia a redundar en los mismos temas, a considerar que la crítica a la gestión gubernamental, por ejemplo, ya permite cumplir dicha función. Sin duda es fundamental someter a continua observación y fiscalización a la gestión pública, ya que se constituye en uno de los eslabones cruciales de organización de la vida en sociedad. El problema es que la concentración en ello ha conducido a desentenderse y descuidar muchos temas y asuntos de importancia significativa para la sociedad.
A fin de comprender mejor cómo asumen su tarea los medios de comunicación en Bolivia, veamos algunos temas fundamentales, completamente descuidados por los medios de comunicación.

·        Ética mínima: ¿Cómo puede entenderse una sociedad pluricultural, donde coexisten diversas culturas que deben realizar grandes esfuerzos para poder engranar entre si y hacer de dicha diversidad un motor del desarrollo y de la cohesión social? Una forma de hacerlo es la de priorizar un conjunto mínimo de valores fundamentales (la ética mínima de A. Cortina) que puedan ser comúnmente aceptados por dicha diversidad cultural, ya que dicho conjunto se constituye en la base de la convivencia y además no implica ni exige que nadie renuncie a sus propios valores.[1] Pregunta: ¿en qué medida y de qué manera los medios nos han ayudado a discernir en torno a estos asuntos, han dado la atención que merecen estas cuestiones, han formulado ideas o sugerencias? Este es sin duda uno de los asuntos capitales de la viabilidad nacional: ¿cómo superamos nuestro archipiélago cultural boliviano, cómo logramos reconocernos mutuamente, valorarnos y respetarnos? 

·         Los fundamentos de la democracia: ¿Cómo hacer un seguimiento al grado y la medida en que la democracia se afianza en Bolivia o, por el contrario, se va aguando y convirtiendo en un mero ritual electoral? Existen esquemas muy importantes como para hacer ese seguimiento, que toman en cuenta diversas características de la democracia, como el ofrecido por Robert Dahl sobre la poliarquía. Aquí no se trata de tomar este esquema al pie de la letra, sino de considerar diversos enfoques como para valorar y apreciar, cómo vamos en el desarrollo de nuestro sistema democrático, pues sin democracia o con una democracia desvirtuada, como es la democracia oligárquica heredada del pasado, no podemos pretender que se tomen en cuenta las demandas ciudadanas de modo orgánico y oportuno. “Necesitamos la democracia como el aire para respirar”, decía Gorbatschov.

·      Las fuentes de la riqueza de las naciones: No recuerdo haber encontrado en los medios de comunicación, análisis referentes a la forma de medir nuestra riqueza de modo integral, donde la figura del PIB (Producto Interno Bruto) sigue siendo el indicador fundamental. Rara vez se toma en cuenta otros indicadores (como los de desarrollo humano) y prácticamente nunca sobre el estado de los recursos naturales. De ese modo puede dar la impresión que desde el punto de vista de una contabilidad parcial, Bolivia presenta algunos avances, cuando desde la perspectiva de una contabilidad más integral de nuestros recursos el resultado puede ser muy distinto, tal como lo ha destacado un estudio del Banco Mundial intitulado, Where is the Wealth of Nations? (¿Dónde se encuentra la riqueza de las Naciones?). [2]
 
·         La gestión pública: La gestión pública no es posible sin la participación de la prensa, pues los medios de comunicación tienen en su poder un eslabón clave de la misma, que consiste en informar oportunamente a los destinatarios de dicha gestión. Debido a las continuas reyertas entre medios y gobierno y a la inadecuada cobertura de la gestión pública por parte de ellos -independientemente de las críticas que pueda merecer la misma- el Gobierno ha optado por construir su propio sistema de medios, lo cual ha afectado la capacidad de la sociedad de mejorar sus bases de convivencia. ¿Cuándo, en qué medida y con qué frecuencia esta temática ha sido un asunto de preocupación de nuestros medios? La respuesta la tiene usted, amigo lector.[3]

·  Bienes públicos y colectivos: Una de las condiciones indispensables para el desarrollo económico, social y ambiental es la producción de bienes públicos y colectivos, sin los cuales la misma producción de bienes privados se ve impedida u obstaculizada. No conozco que en los medios de difusión se hubiera consignado esta temática como una de las fundamentales a tener en cuenta. Lo mismo sucede con los bienes comunes y los bienes públicos globales, por citar sólo otros casos de realidades y categorías de pensamiento fundamentales para organizar nuestra convivencia. Aquí vale la pena recordar la sentencia: “Pensamos con conceptos” (Rubinstein) y si no los tenemos, no podemos reflexionar sobre todo ello. [4]

·      Cultura ciudadana: Cómo crecer y educarnos de modo integral, cómo poner al alcance del ciudadano nuevos esquemas de actuación, nuevas categorías de reflexión, nuevos estilos de convivencia, si ni siquiera los proponemos. Aquí me parece fundamental recordar los planteamientos de Antanas Mockus, ex Alcalde de Bogotá, quien ha propuesto un sistema integral para el ejercicio de la cultura ciudadana, orientado a superar el divorcio de los tres principales ejes que regulan la conducta ciudadana, esto es, el legal, el moral y el cultural, valiéndose para ello de la comunicación (que él llama “interacción intensificada”). [5] De cuanto beneficio sería para la sociedad conocer en detalle todo ese esquema, que seguramente nos permitiría mejorar nuestros propios estilos y formas de convivencia, sólo podrá saberse cuando nos atrevamos a hacerlo y contemos con un aliado clave para avanzar sólidamente en un proceso de transformación serio y maduro: la prensa.

·      Los cambios en diversos asuntos: Más allá de las temáticas desatendidas o superficialmente tratadas, puede advertirse otro rasgo de los medios de comunicación, consistente en no reflejar adecuadamente los cambios que se van suscitando en el país. Este asunto es de trascendental importancia, ya que la sociedad requiere continuamente modificar sus pautas y criterios para ajustar sus propios planes de vida, pero ello exige información, un sistema de comunicación capaz de reconocer y registrar los cambios fundamentales que acaecen continuamente. Seguramente una afirmación de este tipo es muy general, pero es necesario reflexionar sobre esta cuestión seriamente. Un ejemplo: La temática de riesgos, luego de décadas de desastres, sigue siendo tratada casi exclusivamente desde la perspectiva del desastre y casi nunca desde la perspectiva de la prevención, porque tampoco se ha difundido suficientemente el hecho que los desastres son esencialmente producto de la obra humana, por lo que si el ser humano puede construir el riesgo que suele convertirse en desastre, también puede desactivarlo oportunamente con políticas de prevención. Pero de todo ello casi no se encuentra nada en los medios de comunicación que descuidan muchos temas y asuntos, y tampoco registran de modo oportuno los cambios que acontecen.

En este marco, es indispensable formular algunos lineamientos básicos que deberían ser considerados por los medios de comunicación, ya que reflejan necesidades cada vez más sentidas. El primero y fundamental es comprender plenamente la misión, el rol, la función esencial que tienen los medios de comunicación para organizar los sistemas de vida, aprovechar mejor las oportunidades y responder convenientemente a los cambios.

En este sentido, los medios de comunicación tienen un poder extraordinario para orientara a la sociedad en torno a esquemas de convivencia humana particularmente pertinentes para nuestra formación social. ¿Cuáles son las teorías, prácticas, encuadramientos, modos de organización de la acción colectiva que verdaderamente son eficaces para orientar, organizar, encaminar la acción de la sociedad sobre sí misma? Ese es el tema de fondo para reestructurar la función o rol de los medios de comunicación en una sociedad abierta, democrática, con amplia y creciente participación ciudadana. Y el primer peldaño de esa tarea radica en no descuidar temas y asuntos críticos para el país, para la sociedad, para el devenir nacional.

El sistema de medios de comunicación que deseamos es uno que refleje nuestras oportunidades, potencialidades y dificultades, así como nuestras luchas e incomprensiones, pero también nos ayude a perfilar y vislumbrar soluciones adecuadas. Por sobretodo, que sea partidario inclaudicable de la paz, pertinaz y constante en el seguimiento de los hechos que acontecen en el país, aliado incondicional de soluciones y estructuras sostenibles, provocador en materia de ideas y nuevas sendas. ¡Basta de enfoques moralizantes, cansinos, repetitivos, faltos de ideas y de propuestas! Sabemos que los medios de comunicación no son responsables de todo ni son los únicos actores en la sociedad, pero tienen un rol vital particularmente en materia de construcción de visiones, de integración de miradas y perspectivas, de concentración de esfuerzos. 

¡Atrevámonos a tener un sistema de medios de comunicación a la altura de lo que somos y aspiramos!

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(*) Economista y planificador regional. Este artículo es una continuación natural del intercambio que  tuve con Javier Darío Restrepo, Director del Consultorio Ético de la FUNDACIÓN NUEVO PERIODISMO IBEROAMERICANO (FNPI), dirigida por el célebre escritor Gabriel García Márquez, en torno al papel de los medios de comunicación. Dicho intercambio puede verse en el siguiente link:   https://yapukamani.blogspot.com/search?q=rol+de+los+medios







[1] Véase: http://es.scribd.com/doc/93495708/Adela-Cortina-Etica-Minima
[2]  Véase: http://blogs.worldbank.org/developmenttalk/where-is-the-wealth-of-nations
[3]  Véase: http://yapukamani.blogspot.com/2009/05/gestion-publica-legitimidad-y-prensa.html
[4]  Véase: http://www.fmbolivia.com.bo/noticia47451-leyes-de-la-gravedad-en-la-economia-y-estrategia-de-desarrollo.html
[5]  Véase: http://www.eldiario.net/noticias/2008/2008_07/nt080712/1_01opn.php