Carlos Rodrigo Zapata C.
¿Pueden imaginarse un mundo en el que la democracia
no se halle restringida el ámbito político de la sociedad, sino que también esté presente en el ámbito económico, de modo que incluso se pueda eliminar la
lucha entre capital y trabajo?
¿Pueden imaginarse un mundo en el que se elimine el
salario porque ahora todas las utilidades del capital son distribuidas entre
todos, debido a que las empresas son propiedad de quienes trabajan en ellas y
los trabajadores son los propietarios del capital?
En fin, ¿pueden imaginarse que todas las monedas del mundo se conviertan a una sola, llamada KOSMOS, y que los fondos que se reúnan se utilicen para invertir en tecnologías verdes, allí donde los fondos de inversión sean escasos?
Estos son algunos de los puntos que Janis
Varoufakis, el ex ministro de finanzas de Grecia que se enfrentó a la Troika y
al Eurogrupo durante la primera mitad del año 2015, ha propuesto en una
presentación TED.
El mundo está loco, loco, loco… titulaba una vieja
película. Sí que lo está, no cabe dudas, ello simplemente porque la mayor
contradicción planetaria se ha dado entre resolver problemas o conservar posiciones
alcanzadas, sea en materia de riqueza, visiones, posesiones territoriales,
ideologías, religiones, etc.
En este marco y procurando responder a tanto descalabro, la
utopía de Varoufakis, como denomino a su propuesta imaginativa,
resulta refrescante y al mismo tiempo extremadamente preocupante, pues nos
muestra que las soluciones, si las hay, hay que ir a buscarlas por fuera de
todos los esquemas y convencionalismos prevalecientes, de las estructuras
imperantes y de las vías cómodas y fáciles, pues con amplia certeza es justamente por estas avenidas por las que nos hemos deslizado a todas los problemas
que hoy nos acosan.
Una vez más Varoufakis nos sorprende por su capacidad de pensar
opciones o alternativas rompiendo esquemas, buscando soluciones incluso en el
terreno de la utopía, único espacio que nos va dejando este mundo desbocado y
extraviado.
Antes que TED publique su video, hemos querido
anticiparnos y presentamos la versión original y la traducción al castellano de
su exposición. Sin duda, una propuesta atrevida e insolente de una mente lúcida
e inquieta que anticipa un "futuro económico sombrío", todo por la incapacidad de los gremios políticos, económicos, tecnológicos, que deben
tomar decisiones, para enfrentar los males que se acumulan insaciablemente.
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LA JUSTIFICACIÓN ECONÓMICA PARA UNA DEMOCRACIA AUTÉNTICA
Yanis Varoufakis
08 de diciembre 2015
Publicado el 9 de diciembre 2015 yanisv
Publicado el 9 de diciembre 2015 yanisv
Ayer entregué una
charla TED Global en Ginebra sobre
el futuro de la democracia y el capitalismo. Mientras
se espera el video, aquí está el texto de mi
charla.
INTRODUCCIÓN: LA DEMOCRACIA NO ES INEVITABLE
Democracia: En
Occidente cometemos el error colosal de tomarla por
sentado. Vemos la democracia no como la
más frágil de las flores que es lo que realmente es, sino como parte de los muebles de nuestra sociedad - como
un algo inmutable.
También creemos que
el capitalismo engendra inevitablemente la
democracia. No lo hace! El capitalismo puede
haber producido las democracias liberales en
los Estados Unidos y Europa, pero no hay nada inevitable respecto.
En Singapur, Lee Kwan Yew y sus grandes
imitadores en Beijing han demostrado que
el capitalismo puede florecer, el crecimiento económico puede
ser espectacular, mientras que la política permanece libre de democracia.
No sería inexacto
decir que la mayoría de las sociedades emergentes
de Asia y África pueden entrenar sus antenas orientándolas hacia Silicon Valley, pero no están realmente dispuestos
a emular
nuestro experimento occidental
con la democracia liberal. China
y Singapur fungen para ellos como modelos a seguir. De
hecho, la democracia liberal está cediendo rápidamente incluso
en los lugares en los que evolucionó.
A principios de este año, como
ministro de Finanzas de un gobierno griego recién electo, me dijeron en el Eurogrupo, el órgano de gobierno de la
Eurozona, que el proceso democrático de mi
nación, nuestras elecciones, no se
podía permitir que interfiera con la política económica establecida. No
puedo pensar en ninguna
reivindicación más poderosa de Lee
Kwan Yew, del Partido Comunista de China y de amigos cínicos que
siguen diciéndome que la democracia sería
prohibida si alguna vez amenazara con cambiar
algo.
Hoy, ahora, quiero presentarles los argumentos económicos a
favor de una auténtica democracia. Para
argumentar en contra
de los edictos de Lee
Kwan Yew,
el Partido Comunista de China y el
Eurogrupo, y para sostener que es
necesario una democracia genuina y bulliciosa. Que sin ella, nuestro futuro económico
será sombrío, nuestras sociedades desagradables y
nuestras innovaciones tecnológicas desperdiciadas.
Hablando de desperdicios permítanme
señalar una paradoja poco conocido que
amenaza nuestras economías hoy.
PICOS GEMELOS
Payachatas [Picos Gemelos - Twin Peaks] Fuente: J.F Mingorance Lugar: Oruro |
Yo la llamo la
paradoja de los Picos Gemelos (Twin Peaks paradox). Un pico es la montaña de deuda
que está proyectando su sombra larga en
todas partes. En Europa, en los Estados Unidos, en
China, en el mundo entero. Todo el mundo puede ver esta
montaña de deudas. Pero pocos notan su
gemelo - un segundo pico acechando en su
sombra: una montaña de dinero ocioso perteneciente a los
ahorradores ricos y las corporaciones, demasiado aterrorizados para
invertir sus ahorros en actividades productivas que
puedan generar los ingresos necesarios para
extinguir la montaña de la deuda y también
producir cosas
que la humanidad necesita
desesperadamente, por ejemplo,
la energía verde.
Dos números cuentan
la historia: En los últimos tres meses, 3,4 billones de
dólares se gastaron en los Estados Unidos, Gran Bretaña y la Eurozona en plantas industriales, máquinas, equipos, carreteras,
casas, ferrocarriles, escuelas, edificios de oficinas, etc. 3.4 billones suenan como un montón de
dinero. Pero considere otro número: $
5,1 billones de dinero en efectivo inactivo que
está dando vueltas en Estados Unidos, Gran
Bretaña y la Eurozona, sin hacer nada, excepto inflar los
mercados de valores y haciendo ofertas que elevan los precios de
las casas.
Así, una
montaña de deudas y una montaña de dinero ocioso forman los Picos Gemelos que
se niegan a cancelarse el uno al otro a través de operaciones normales de los
mercados. El resultado es un estancamiento de los salarios, donde más de un
cuarto de los de 25 a 54 años de edad están sin trabajo en los Estados Unidos,
Europa y Japón, y la baja demanda, en un círculo de nunca acabar, refuerza el
pesimismo de los inversores potenciales que temen.... que la baja demanda los
lleva a no invertir.
Exactamente igual que el padre de Edipo que, motivado por
la profecía del Oráculo que sería asesinado por su hijo, creó involuntariamente
las condiciones que aseguraron que Edipo lo mataría.
Esta es mi pelea
con el capitalismo: su derroche
extremo en el uso de los recursos disponibles. El desperdicio de tanto dinero ocioso que debe ser aprovechado para desarrollar talentos humanos, mejorar
vidas y, sobre todo, para
financiar el desarrollo de nuevas tecnologías verdes que
pueden salvar la Tierra.
• Los mercados
no pueden encarar el problema de los Picos Gemelos, debido a su complejo de
Edipo que acabo de describir.
• Los estados nominalmente democráticos de Occidente no pueden hacerlo ya sea por su fobia a todo déficit y por una falta de voluntad para afectar al maestro de las finanzas.
• Los estados autoritarios verticalistas de Oriente no saben cómo empoderar a sus ciudadanos para gastar más de sus ahorros, y que lo hagan en cosas que son buenas para el planeta.
• Los estados nominalmente democráticos de Occidente no pueden hacerlo ya sea por su fobia a todo déficit y por una falta de voluntad para afectar al maestro de las finanzas.
• Los estados autoritarios verticalistas de Oriente no saben cómo empoderar a sus ciudadanos para gastar más de sus ahorros, y que lo hagan en cosas que son buenas para el planeta.
¿Puedo tener
la razón al proponer la democracia como
el remedio? Eso creo.
DEMOCRACIA ANTES Y AHORA
Pero primero, ¿qué es exactamente lo que entendemos por democracia?
Aristóteles definió la
democracia como la constitución en la que el libre y el
pobre, siendo la mayoría, controlan el Gobierno. Es, por supuesto, cierto que la democracia ateniense excluía
a demasiados - las
mujeres, los migrantes y los esclavos. Pero sería muy erróneo descartar la Democracia ateniense por
cortesía de quien excluyó. Por lo que dio la democracia ateniense, su sustancia
no era la exclusión de los esclavos, las mujeres y los migrantes. Fue
la inclusión de los
trabajadores pobres que
adquirieron no sólo el
derecho a la libre expresión, sino sobre todo, el derecho a criterios políticos portadores del mismo peso en la determinación de los asuntos de Estado.
Naturalmente, la democracia ateniense no duró mucho. Como una vela que
ardía brillantemente se quemó rápidamente. En
cualquier caso, nuestras democracias no tienen sus raíces
en la antigua Atenas, sino en la
Carta Magna, en la Gloriosa Revolución de 1688 y en la
Constitución de Estados Unidos.
La democracia ateniense estaba
centrada en el ciudadano sin maestro quien no era un sirviente
para cualquiera y empoderó al pobre trabajador ciudadano. La
Carta Magna, por el contrario, era una
carta para maestros. En cuanto a la
democracia liberal occidental, surgió sólo cuando fue
posible separar plenamente la
esfera política de la esfera económica, y de
confinar la democracia a la esfera política, garantizando
al mismo tiempo que la esfera económica, el
mundo corporativo, siga siendo una zona libre de democracia.
Una vez separadas, las esferas económica y política se envolvieron en una
lucha épica, con la esfera económica que constantemente colonizaba la
esfera política, carcomiendo su poder.
¿Te has preguntado por
qué los políticos de hoy
no son lo que solían
ser? No, no
es que su
ADN ha degenerado. En estos días los
políticos pueden estar en el gobierno, pero no en el poder porque
el poder reside en una esfera económica separada, fuera
de su alcance. No es de extrañar que el brillo
de la política atrae cada vez menos.
“Aye, ahí
está el problema”[1]: Exactamente
como depredadores que mueren de hambre después
de que han diezmado la población de presas, también lo hace la esfera económica
que ha caído presa de su propio
éxito al canibalizar la esfera política. El naciente poder corporativo acrecienta
la desigualdad, disminuye el nivel de demanda de los productos de
las corporaciones y así
los CEOs se
vuelven demasiado miedosos para invertir por
temor a la baja demanda que su temor está
produciendo.
En pocas palabras, cuanto
mayor sea el éxito del capitalismo en
mantener al demos [el común del
pueblo, CZ] fuera de la democracia, más grandes son los Picos Gemelos y mayor es la pérdida de riqueza de la humanidad.
[1] Expresión de Hamlet en el famoso pasaje del “to be or not to be” del
drama de Shakespeare, que le permite comprender la raíz del problema. [CZ]
¿QUÉ PODEMOS HACER? OPORTUNIDADES Y PESADILLAS
Para eliminar estos
desperdicios, debemos volver a unir lo económico y lo
político en una
esfera bajo
el control del demos - al igual que en la antigua Atenas, sólo
que sin esclavos, y sin excluir a mujeres y
migrantes.
Esto no es
una idea nueva. La izquierda marxista la tenía hace
un siglo cuando se trató de llevar a los
trabajadores pobres a la palestra. Sabemos lo
mal que terminó. Lo que la
debacle soviética nos enseñó es que
sólo un milagro hará que
los trabajadores pobres luchen por
el control del gobierno sin nuevas formas de brutalidad y de desperdicios.
Pero hay
una alternativa: Eliminar
a los trabajadores pobres! El capitalismo está haciendo esto
de todos modos mediante la sustitución de trabajadores
humanos con bajos salarios por autómatas, androides y robots. Pero, mientras las esferas económica
y política permanecen separadas, la automatización sólo
hará los Picos Gemelos aún más altos, los
desperdicios incluso más ostentosos y los
conflictos sociales cada vez más profundos, incluso
en China.
La solución es
utilizar las nuevas tecnologías para unificar de
nuevo las esferas política y económica. Pero
si las unificamos, será mejor también democratizar
el nuevo reino unificado, no
sea que nos encontramos con una súper autocracia
enferma de vigilancia, una distopía donde The
Matrix, la película, aparece como un mero documental.
Dicho de otra manera, el capitalismo no necesita de la izquierda marxista para derrocarlo. Está
creando afanosamente tecnologías para que jalen
la alfombra bajo sus pies.
La cuestión no es
si el capitalismo sobrevivirá a las tecnologías que está desovando. La pregunta es qué le sucederá al
capitalismo después que el capitalismo se haya derrocado
a sí mismo.
Una distopía, asemejándose a The Matrix? O algo más parecido a una sociedad utópica tipo Star
Trek, en la que las máquinas sirven a los
seres humanos quienes luego
dedican su energía a
explorar el universo y debatir interminablemente el
significado de la vida en alguna Ágora
altamente tecnológica?
Estoy convencido de que
un escenario feliz es posible. Es el Modelo Ateniense con
renovación de alta tecnología.
¿Qué formas prácticas se
necesitaría?
DOS EJEMPLOS
Permítanme compartir dos
ejemplos.
A nivel de la
empresa, imagina un mercado de capitales donde
acumulas capital a medida que trabajas, el cual te sigue cuando pasas de una empresa a otra - donde
cada empresa es propiedad exclusiva de quienes trabajan en ella en ese momento. Entonces los
ingresos de todo el mundo provienen solo
del capital, de las ganancias, y el
propio concepto de salario desaparece, ya que cada trabajador recibe su participación en los beneficios, además de los beneficios de un estado que complementa ingresos
procedentes de los impuestos sobre los beneficios agregados. No más
separación de los
que trabajan, pero no son propietarios, de los
que son propietarios, pero no trabajan en la empresa - no
más tira y afloja entre trabajo y capital - no
más creciente brecha entre los que ahorran y los
que invierten – no más picos gemelos altísimos.
Respecto a la economía
política global, imagina que todas las monedas nacionales tienen un tipo de
cambio de libre flotación con una moneda común digital, vamos a llamarla
KOSMOS, a ser emitida por el Fondo Monetario Internacional y el G-20 en nombre
de la humanidad. Imagina, además, que todo el comercio está denominado en
KOSMOS donde cada país paga, de forma automática, a un fondo de inversión
global común una suma de KOSMOS proporcional a su déficit comercial o superávit
- dinero que se utilizará para invertir en tecnologías verdes en aquellas
partes del mundo donde los fondos de inversión son escasos.
Esto no es una idea
nueva - se trata de una versión de alta tecnología de lo que John Maynard
Keynes había propuesto en 1944 en la conferencia de Bretton Woods. Excepto que
ahora tenemos la tecnología para ponerla en práctica en el contexto de una
esfera político-económica global democratizada.
EPÍLOGO
El mundo que estoy
describiendo para ti es un mundo que es a la vez libertario (centrado en las
personas empoderadas), marxista (por haber confinado la distinción entre salario y lucro al basurero de la historia) y
keynesiano, globalmente keynesiano.
Pero por encima de todo es un mundo en el que podemos empezar a imaginar una auténtica democracia.
Emergerá un mundo
semejante?
¿O vamos a descender en
una distopía tipo Matrix?
La respuesta depende de
la opción política que hagamos colectivamente.
Sí, es nuestra elección. Y mejor que la
hagamos democráticamente!
Gracias.
[Traducción: Carlos Rodrigo Zapata C.]
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THE ECONOMIC CASE FOR AUTHENTIC DEMOCRACY: TED GLOBAL-GENEVA 8th December 2015
Posted on December
9, 2015 by yanisv
INTRODUCTION: DEMOCRACY IS NOT INEVITABLE
Democracy: In the West we make the colossal mistake of taking it for granted. We see democracy not as the most fragile of flowers that it really is but as part of our society’s furniture – as an intransient given.
We also believe that capitalism inevitably begets democracy. It doesn’t! Capitalism may have yielded liberal democracies in America and Europe but there is nothing inevitable about it.
Singapore’s Lee Kwan Yew and his great imitators in Beijing have demonstrated that capitalism can flourish, economic growth can be spectacular, while politics remains democracy-free.
It would not be inaccurate to say that most of the emerging societies in Asia and Africa may be training their antennae toward Silicon Valley but they are not terribly keen to emulate our Western experiment with liberal democracy. China and Singapore will do for them as role models. Indeed, liberal democracy is now receding fast even in the places in which it evolved.
Earlier this year, as the finance minister of a freshly elected Greek government, I was told in the Eurogroup, the governing body of the Eurozone, that my nation’s democratic process, our elections, could not be allowed to interfere with established economic policy. I can think of no more powerful vindication of Lee Kwan Yew, of the Chinese Communist Party and of cynical friends who keep telling me that democracy would be banned if it ever threatened to change anything.
Today, now, I wish to present to you the economic case in favour of an authentic democracy. To argue, against the edicts of Lee Kwan Yew, the Chinese Communist Party and the Eurogroup, that a genuine, boisterous democracy is necessary. That without it, our economic future will be bleak, our societies nasty, and our technological innovations wasted.
Speaking of waste let me point out a little-known paradox that threatens our economies today.
TWIN PEAKS
I call it the Twin Peaks paradox. One peak is the mountain of debt that is casting its long shadow everywhere. In Europe, in the United States, in China, the world over. Everyone can see this debt mountain. But few notice its twin – a second peak lurking in its shadow: a mountain of idle cash belonging to rich savers and corporations too terrified to invest their savings in productive activities that can generate the incomes necessary to extinguish the debt mountain and also produce things humanity needs desperately, for example green energy.
Two numbers tell the story: In the last three months, 3.4 trillion dollars was spent in America, Britain and the Eurozone on industrial plants, machines, equipment, roads, houses, railways, schools, office buildings etc. 3.4 trillion sounds like a lot of money. But consider another number: $5.1 trillion of idle cash which is slushing around in America, Britain and the Eurozone, doing nothing except inflating stock markets and bidding up house prices.
So, a mountain of debts and a mountain of idle money form twin peaks that refuse to cancel each other out through the normal operations of the markets. The result is stagnating wages, more than a quarter of 25-to-54 year olds out of work in America, Europe and Japan, and low demand that, in a never-ending circle, reinforces the pessimism of potential investors who fear… low demand thus bringing it about by not investing. Exactly like Oedipus’ father who, motivated by the oracle’s prophesy that he would be killed by his son, unwittingly created the conditions that ensured Oedipus would kill him.
This is my quarrel with capitalism: its gross wastefulness in using available resources. The waste of so much idle money that should be energised to develop human talents, improve lives and, above all else, finance the development of new green technologies that can save Earth.
- The markets cannot address the Twin Peaks problem because of their Oedipus complex I just described.
- The nominally-democratic states of the West cannot do it either because of their deficit-phobia and an unwillingness to upset the master of finance.
- The authoritarian, top-down, states of the East know not how to empower their citizens to spend more of their savings, and to do so on things that are good for the planet.
DEMOCRACY THEN AND NOW
But first, what exactly do we mean by democracy?
Aristotle defined democracy as the constitution in which the free and the poor, being in the majority, control government. It is, of course, true that Athenian democracy excluded too many – women, migrants and slaves. But it would be very wrong to dismiss Athenian Democracy courtesy of whom it excluded. For what gave Athenian democracy its substance was not the exclusion of slaves, women and migrants. It was the inclusion of the working poor who acquired not only the right to free speech but, crucially, the right to political judgments carrying equal weight in determining matters of state.
Naturally, Athenian democracy did not last long. Like a candle that burned brightly it burned out quickly. In any case, our democracies do not have their roots in Ancient Athens but in the Magna Carta, in the 1688 Glorious Revolution and in the American Constitution.
Athenian democracy was centred on the master-less citizen who was not a servant to anyone and empowered the working poor citizen. The Magna Carta, in contrast, was a charter for masters. As for Western liberal democracy, it emerged only when it was possible fully to separate the political sphere from the economic sphere, and to confine democracy to the political sphere, while guaranteeing that the economic sphere, the corporate world, remained a democracy-free zone.
Once separated, the economic and the political spheres engaged in an epic struggle, with the economic sphere constantly colonising the political sphere, eating into its power.
Have you wondered why politicians today are not what they used to be? No, it is not that their DNA has degenerated. These days politicians may be in government but not in power because power lies in a separate economic sphere beyond their reach. It is no wonder politics attracts fewer and fewer of the bright.
Aye there’s the rub: Exactly like predators who starve to death after they have decimated the prey population, so does the economic sphere fall prey to its own success at cannibalising the political sphere. Rising corporate power increases inequality, lowers the level of demand for the corporations’ products and so CEOs become too scared to invest fearing the low demand that their fear is producing.
In short, the greater the success of capitalism at taking the demos out of democracy, the higher the Twin Peaks and the greater the waste of humanity’s wealth.
WHAT CAN WE DO? OPPORTUNITIES & NIGHTMARES
To end this waste we must re-unite the economic and the political spheres into one sphere under the control of the demos – just as in Ancient Athens, except without the slaves, nor the exclusion of women and migrants.
This is not a new idea. The Marxist Left had it a century ago when it tried to bring the working poor to the fore. We know how badly that ended. What the Soviet debacle taught us is that only by a miracle will the working poor wrestle control of government without new forms of brutality and waste.
But there is an alternative: Eliminate the working poor! Capitalism is doing this anyway by replacing human low-paid workers with automata, androids and robots. But, as long as the economic and political spheres remain separate, automation will only make the Twin Peaks even taller, waste even loftier, and social conflicts ever deeper – including in China.
The solution is to use the new technologies to unify again the political and economic spheres. But if we do unify them, we better also democratise the new unified realm lest we end up with a surveillance-mad super-autocracy – a dystopia where The Matrix–The Movie seems like a documentary.
Put differently, capitalism does not need the Marxist Left to overthrow it. It is busily creating technologies that will pull the rug from under its feet.
The question is not whether capitalism will survive the technologies it is spawning. The question is what will succeed capitalism after capitalism has overthrown itself.
A dystopia, resembling The Matrix? Or something more akin to a utopian Star Trek society, in which the machines serve humans who then spend their energy exploring the universe and debating endlessly the meaning of life in some hi-tech Agora?
It is my conviction that a happy scenario is possible. It is the Athenian Model with a Hi-Tech Makeover.
What practical forms would it take?
TWO EXAMPLES
Let me share two examples.
At the level of the enterprise, imagine a capital market where you accumulate capital as you work, and which follows you as you move from one company to another – with each company owned solely by those who work in it at the time. Then everyone’s income comes only from capital, from profits, and the very concept of the wage disappears, as each worker receives her profit share plus any benefits from a state that tops up incomes from taxes on aggregate profits. No more separation of those who work but not own from those who own but do not work in the company – no more tug of war between labour and capital – no more gaping gap between those who save and those who invest –no more Towering Twin Peaks.
Turning to the global political economy, imagine that all national currencies have a free-floating exchange rate with one common, digital currency, let’s call it the KOSMOS, to be issued by the International Monetary Fund and the G20 on behalf of humanity. Imagine further that all trade is denominated in KOSMOS with each country paying, automatically, into a common global investment fund a sum of KOSMOS proportional to their trade deficit or surplus – money to be used to invest into green technologies in the part of the world where investment funds are scarce. This is not a new idea – it is a high tech version of what John Maynard Keynes had proposed in 1944 at the Bretton Woods conference. Except that now we have the technology to implement it in the context of a democratised global political-economic sphere.
AFTERWORD
The world that I am describing to you is a world that is simultaneously libertarian (focusing on empowered individuals), Marxist (having confined the wage-profit distinction to the dustbin of history) and Keynesian, globally Keynesian.
But above all else it is a world in which we can begin to imagine an authentic democracy.
Will such a world dawn?
Or shall we descend into a Matrix-like dystopia?
The answer depends on the political choice we make collectively.
Yes, it is our choice. And we better make it democratically!
Thank you.
http://yanisvaroufakis.eu/2015/12/09/the-economic-case-for-authentic-democracy-ted-global-geneva-8th-december-2015/