Carlos
Rodrigo Zapata C.
Debo
confesar que hace ya tiempo no degustaba tanto de una expresión como ésta, de
la Comisión del ‘Respeto Mutuo’. Es que debe haber pocos casos en los anales de
la historia, en que se haya intentado encarar este tema de modo tan curioso y
particular.
Es como
si amar pudiera ser producto de alguna fórmula matemática o la fe pudiera
adquirirse por la vía de algún contrato o sacándosela en suerte.
Sea como
sea, para bailar tango se requieren dos y para una Comisión del ‘Respeto Mutuo’
que pueda ayudar a limar asperezas entre Bolivia y la potencia del Norte,
seguramente también se requerirá de representantes de ambas partes en
discordia, que tengan la mínima voluntad de querer superar diferencias, aunque
no me atrevo a vaticinar, cómo abordarán y encararán su magna misión, si
partirán por destacar las múltiples grandezas y virtudes de sí mismos,
obviamente desconocidas por el otro, o si ya la primera ronda será nomás la del
desfogue, la oportunidad de retratar al otro con todas sus horripilancias y
falencias.
Por ello,
la pregunta es, ¿de qué hablarán o, mejor, cómo podrán arribar a algún tipo de
acuerdo, cómo podrán acordar nada menos que ‘respeto mutuo’? Me suena a
misterio chino, de esos insondables cuya solución sólo puede encontrarse en
cierta enciclopedia china de cuyo nombre no puedo acordarme, como solía
evadirse Jorge Luis Borgues. Y, ¿por qué sería tan difícil algo así, por qué no
sería posible esperar que pueda alcanzarse un resultado halagador, afianzador,
respetable?
Pues
porque creo que el respeto no se exige ni se impone, se da, se brinda, se gana,
lo cual pertenece a otra gama de pulsiones humanas, a otro tipo de relaciones
entre seres humanos. ¿Cuál es esa gama? La de la valoración íntima del otro, la
del empeño por procurar descubrir en el otro su valor intrínseco, profundo, la
del afán por apreciar el valor del otro. Respeto viene del latín ‘respicere’
que significa volver a mirar, mirar más profundamente. Esa es la esencia misma
del respeto, la forma de aprender a valorar al otro, algo que debemos cultivar
a lo largo de la vida, que no se puede imponer ni exigir, sino que simplemente
debemos dar si somos hijos bien nacidos de este mundo. Y más vale proceder permanentemente
de este modo con todas las criaturas que se hallan a nuestro derredor, pues
todas y cada una de ellas son portadores de inmenso valor, producto de
incontables luchas y raspaduras ganadas a lo largo de sus vidas.
¿Cómo
podemos imaginarnos que será el diálogo en la Comisión del ‘Respeto Mutuo’? ¿Será
respetuoso, lleno de admiración y empeños por valorar al otro, tomará una
tarde, un día o una vida ponerse de acuerdo en eso del ‘respeto mutuo’? No lo
sabemos y me imagino que nunca lo sabremos, pues en caso de éxito tendríamos
que enterarnos que los representantes de cada parte descubrieron en sus
interlocutores una pléyade de valores hasta ese preciso momento desconocidos o
no apreciados, lo cual expondría las impertinencias y omisiones del pasado de
unos con otros, mientras que en caso de fracaso, la misión de tan magna
comisión seguramente lograría exactamente lo contrario de lo que pretendía,
hacer escarnio, una vez más, de su adversario.
Creo que
en la historia sólo debe haber habido algunos casos tan peregrinos como éste,
aunque creo que de partida tenían mejores posibilidades de éxito, como las
luchas de Don Quijote contra los molinos de viento o los esfuerzos de Melquíades
para hacer llegar unas barras de hielo a Macondo.
Con que
ganas quisiera desear mis mejores deseos de éxito a tan espinosa comisión, si
tan sólo supiera que alguna vez alguien logró respeto, procurando imponerlo o
exigirlo.
No
obstante, creo que esta Comisión del ‘Respeto Mutuo’ se constituirá en un hito
en los intentos quijotescos que algunas veces hay que realizar en este mundo,
todo sea con el afán, el único afán, de despertar al ser humano que hay en cada
uno de nosotros, y todo ello con el fin de satisfacer a su majestad dignidad
que se halla plenamente instalada en nuestros seres.
ARGENPRESS
jueves 22 de octubre de 2009
.Una comisión boliviana, encabezada por el canciller David
Choquehuanca, viajará a Estados Unidos a fines de octubre para continuar con
las reuniones para construir un nuevo Acuerdo Marco de Relaciones de Respeto
Mutuo entre ambos países, informaron el miércoles fuentes oficiales.
"Tratamos de
construir una relación de respeto mutuo con EEUU. En una primera reunión en La Paz, hubo varios avances. Está
prevista una reunión este fin de mes donde vamos a trasladarnos varias
autoridades para continuar con esta construcción de este nuevo acuerdo
marco", informó el ministro de Relaciones Exteriores.
La crisis diplomática
entre Bolivia y Estados Unidos se desató en septiembre del año pasado con la
expulsión mutua de embajadores, aunque la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca abrió la
posibilidad de la restitución de las relaciones bilaterales.
El presidente Evo
Morales echó del país andino al ex embajador norteamericano David Grenlee
acusándolo de promover y financiar, a través de organismos de ayuda
internacional, a los radicales de la ultraderecha en Bolivia para derrocar al
mandatario y buscar la división del país.
En mayo pasado,
Bolivia y Estados Unidos convinieron en labrar un nuevo "convenio marco de
relaciones bilaterales de respeto mutuo", que consigne, entre otros temas,
la apertura de mercados y la agilización de los trámites para la extradición
del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y sus colaboradores, para que
enfrenten el juicio por genocidio instaurado en la Corte Suprema de
Justicia boliviana.
El canciller Choquehuanca
considera que la mejor manera de reestablecer relaciones de mutua confianza es
respetando la soberanía y sin imposiciones.
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Publicado por ARGENPRESS en 17:43:00

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