Carlos Rodrigo Zapata C. (*)

¿Qué implica dicha obsesión, qué consecuencias tiene sobre la sociedad y la economía, sobre cada uno de nosotros? Veamos algunos rasgos a continuación.
Consecuencias del modelo extractivista sobre la economía y la sociedad
1) La extracción de riqueza del subsuelo es el sueldo del país, pues por esa vía se obtiene divisas que permiten importar todo aquello que el país no produce o lo hace en condiciones más ineficientes u onerosas, pero también permite importar chatarra, bienes suntuarios y otros en los que el país no merece invertir sus valiosos y escasos recursos.
2) Debido a que nos hemos hecho tan dependientes de dichas actividades extractivas para nuestro diario sustento, la inversión nacional se dirige primordialmente a dicho sector. Ello significa que ya no nos damos ni la oportunidad de destinar recursos para otros fines, como por ejemplo, para asegurar la sostenibilidad de la economía. Según la regla de J. Hartwick, la sostenibilidad de una economía basada en los recursos naturales no renovables, sólo es posible si todas las rentas o excedentes que se extraigan de su aprovechamiento son empleadas plenamente en la construcción de otros rubros sustitutivos de actividad. En Bolivia sólo destinamos una pequeña fracción de la renta de los recursos no renovables para construir esos otros rubros de actividad, razón por la que no conseguimos desarrollar otros sectores de actividad que sean generadores de empleo. Dicha situación tiende a ahondarse y complicarse en la medida en que se destinan cada vez más recursos a estos mismos sectores extractivistas, esta vez en su fase de industrialización, como si no pudiéramos ya ni pensar en el desarrollo de otros sectores de actividad y prefiriéramos el contrabando, la piratería, la producción de drogas, la extinción de la fauna silvestre, la liquidación de las maderas preciosas, el deterioro de múltiples funciones ambientales , como si sólo nos faltara un par de ajustes para alcanzar el reino de la perfección.
3) ¿Qué significa todo ello? Que mientras nos hallemos obsesivamente centrados en la producción de productos y materias primas no renovables para exportar, el país no tendrá los incentivos, los argumentos y las razones de peso para salir de su estancamiento secular y empezar a transitar por otras vías, aquellas que el común de los países del mundo se empeña en recorrer, porque es

Este punto es crucial. Hoy en día, en el marco del modelo extractivista que domina la dinámica económica, social e institucional del país, centrado en la producción de materias primas y productos naturales no renovables, Bolivia es estructuralmente incapaz de salir de la pobreza, mejor, incapaz de crear las condiciones para que la mayor parte de su población supere los niveles deplorables de pobreza en que se debate y pueda aspirar a niveles de vida más satisfactorios, como los que prevalecen en otras partes del globo.
4) Eso significa que el modelo practicado secularmente en Bolivia no puede superar la pobreza, pues ello exige mucho más que las riquezas naturales que poseemos. Para superar la pobreza se requiere desplegar una diversidad de acciones esenciales como ser: desarrollar capacidades en rubros productivos que nos permitan realizar un intercambio comercial de mutuo provecho con otras naci

5) El modelo extractivista que aplicamos tan cerradamente exige músculos primordialmente, requiere la fuerza de los brazos de los compa

¿Qué hacen otros países, cómo lo hacen?
6) En cualquier país del mundo, que no cuenta con ingentes recursos naturales no renovables, la economía y la sociedad están obliga


7) En esos países, llamados desarrollados, donde para ganarse cada dólar se requiere tener todo un conjunto amplio y diverso de tecnologías, formas de organización y de coordinación muy eficientes, no existe la lógica del bloqueo ni de la usura, y la corrupción se halla en niveles muy bajos, la gente está no sólo deseosa, sino ansiosa por aprender y estudiar más, simplemente porque sabe que su vida, sus oportunidades y las de sus hijos dependen de ello. No existe el vuélvase mañana, menos los decretos sorpresivos y los cambios abruptos de reglas del juego, tampoco la tranca burocrática, pues todos esos son actos que atentan directamente contra la eficiencia del sistema, por lo que serían percibidos como atentados contra la sociedad para ganarse el sustento. En Bolivia, como no vivimos de ese tipo de cosas, nos vale un comino obstaculizar al vecino, torpedear los esfuerzos del conjunto, imponer nuestras demandas conculcando sus derechos o someterlo a exigencias súbitas inadmisibles.
¿Qué podemos hacer para salir de la trampa de la riqueza?
8) ¿Qué podemos hacer para empezar a revertir este lamentable estado de cosas que condena a la mayor parte de la población a vivir en los míseros o muy bajos niveles de vida que actualmente posee? Pues lo primero es empezar a tomar conciencia de nuestra situación. El discurso metafórico ya ha inventado muchas imágenes como para explicar esta desventurada paradoja de la riqueza como causa de la pobreza, y la experiencia mundial también ya ha dado su veredicto, y nos ha proporcionado diversas lecciones que aún

-----------
(*) Economista, planificador regional, analista político. Mail: carlosrodrigozapata@gmail.com