Carlos Rodrigo Zapata C. (*)
A
raíz de una intervención de la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, en un Congreso de la IEA, hemos tenido ocasión de conocer algunos
nuevos acentos que pretende dar la CEPAL en el nunca acabado trabajo del
desarrollo, la equidad, la sostenibilidad.
De su intervención, la misma CEPAL ha publicado una nota escueta que nos da pautas y pistas de los alcances del nuevo marco de propuestas.
En lo que sigue, he seleccionado algunos de los puntos más notables de la misma, los que deseo comentar brevemente, sobre todo en la perspectiva de explorar los alcances que pueden esperarse de los mismos. Desde ya hay que decir que Alicia Bárcena nos sorprende con algunos acentos, en particular cuando se refiere al capitalismo y la hiperglobalización, habla de un nuevo pacto social, de una política industrial y de diversificación productiva, de bienes públicos, de políticas industriales, de innovación y tecnológicas, así como de transitar a un nuevo multilateralismo, un conjunto rico y denso de acentos que nos “amenazan” con tener que abandonar nuestras zonas de confort que quedan muy próximas a nuestros mayores niveles de inequidad e incompetencia regional. Es hora de escuchar a la CEPAL y ponernos a trabajar de modo mancomunado por la región.
De su intervención, la misma CEPAL ha publicado una nota escueta que nos da pautas y pistas de los alcances del nuevo marco de propuestas.
En lo que sigue, he seleccionado algunos de los puntos más notables de la misma, los que deseo comentar brevemente, sobre todo en la perspectiva de explorar los alcances que pueden esperarse de los mismos. Desde ya hay que decir que Alicia Bárcena nos sorprende con algunos acentos, en particular cuando se refiere al capitalismo y la hiperglobalización, habla de un nuevo pacto social, de una política industrial y de diversificación productiva, de bienes públicos, de políticas industriales, de innovación y tecnológicas, así como de transitar a un nuevo multilateralismo, un conjunto rico y denso de acentos que nos “amenazan” con tener que abandonar nuestras zonas de confort que quedan muy próximas a nuestros mayores niveles de inequidad e incompetencia regional. Es hora de escuchar a la CEPAL y ponernos a trabajar de modo mancomunado por la región.
Pero
vamos a revisar los puntos principales.
[+]
“Alicia Bárcena, instó hoy a repensar el modelo económico e implementar un
nuevo paradigma que contribuya a poner fin a las desigualdades económicas,
sociales y ambientales y avanzar hacia el desarrollo sostenible”.
Aquí
el alcance es definitivamente inmodesto: implementar un nuevo paradigma. El
asunto es que para implementarlo, primero debemos tenerlo a disposición, y por
lo que se puede apreciar, aún no pinta en el horizonte. Lo que aquí importa en
esta fase, es claro: debemos despedirnos de nuestras viejas muletas, archivar
nuestros cansinos discursos, abandonar nuestras viejas prácticas, pues lo único
que cosechamos es indolencia, hartazgo, corrupción y delincuencia por doquier.
Sin duda, hasta el viaje más largo empieza con el primer paso, y no hay
paradigma que pueda cristalizar en un medio tan cargado de pasado y tan reacio
a reconstruirse en función de las exigencias y desafíos de los nuevos tiempos. Bien
por este acento, Doña Alicia.
[+] Bárcena afirmó
que “el capitalismo y la hiperglobalización nos han llevado a problemas
sociales, políticos y ambientales que no son sostenibles, por lo que debemos
repensarnos como sociedad en términos de consumo y producción”.
Lo mejor es tomar al toro por las astas, pues
así logramos ver el bosque desde un principio, sin quedarnos enredados entre
sus ramas. Si, así es. Capitalismo e
hiperglobalización se han erigido en los grandes adversarios de la especie
humana, de la vida, de todo el planeta. No conseguimos ponerles bridas a
semejantes potros salvajes que parecen avocados a dejar nuestro hábitat en
escombros. Pero no solo debemos ver los temas de consumo y producción, sino y
sobre todo de redistribución y ante todo, la calidad del uso y empleo de los
recursos. Lo que importa en el planeta es todo ello, pero en orden de
prioridades, debemos asegurarnos que se pare el desenfreno, la aniquilación de
las bases de nuestro propio hábitat. ¿Es posible imaginarse a esos bichos con
bridas y corrales, que no causen más destrozos, que nos ayuden a reconstruir
nuestro planeta? Preguntas muy complejas y difíciles de responder, pero
indispensable planteárselas, debatir intensamente sobre ellas y producir prontas
respuestas, pues la catástrofe ambiental no espera, ya se ha asomado a nuestras
ventanas.
[+] “Precisó que
Latinoamérica requiere una política industrial y de diversificación productiva
seria con miras a un mayor crecimiento y desarrollo”.
La diversificación productiva se ha
convertido en una suerte de mantra que no mueve ya ni el entrecejo de la región,
como si se trata de una quimera inalcanzable o de un sueño que no encuentra las
bases ni las vías de realización. ¿Por qué ocurre ello? Según mi impresión,
porque nos quedamos adormecidos con el extractivismo, que vive de la abundancia
de recursos de la región, en notable caída en el mundo, al punto que el último
súper ciclo de los precios de las materias primas nos ha deparado un década de
holgura, derroche y populismo que no está dejando mucho, casi nada, perdurable
y rescatable para remozar nuestras anquilosadas estructuras. La pregunta del
millón es simple: ¿cómo se alienta y construye la diversificación productiva y,
al mismo tiempo, cómo se ordena el extractivismo y se lo somete a una
disciplina productiva y fiscal que apoye y favorezca el cambio productivo? La
respuesta es más difícil. Pero sin darla no hay futuro, excepto el de una
suerte de semi colonia, siempre al servicio de otros proyectos y esquemas productivos
externos que no han sido tan juiciosos, ni tan sostenibles ni tan beneficiosos
para todos nosotros. Este desafío, como los otros que menciona Bárcena, se
halla sin duda en la primera línea de tareas de este siglo, a resolver pero ya
en las siguientes décadas.
[+] “En su
análisis, la máxima representante de la CEPAL llamó a la construcción de un nuevo
pacto social que logre terminar con la creciente brecha entre ricos y pobres.”
Un nuevo pacto social, suena a tiempos de
revolución, a cambios tectónicos profundos, a Rousseau, Hobbes, Spinoza y
tantos otros que trataron de explicarnos cómo las sociedades deben organizar las
bases de su convivencia y su acción colectiva. Sin duda, es ese aire el que ha
querido tarer la secretaria de la CEPAL hasta nuestros altillos y torres de
marfil, pues sin plantearnos las cosas de modo fundamental y radical, dejaremos
que las cosas muy pronto regresen a sus lugares consabidos y volvamos a apoltronarnos
en nuestros apartados regazos. El asunto es muy serio, pues es como si Bárcena
nos estuviera hablando de refundar la casa, cambiar los cimientos o simplemente
reconstruirlo todo.
¿Qué puede significar en estos tiempos un NUEVO
PACTO SOCIAL? Pues a mi juicio nada menos que volver a repartir las cartas, poner
en remojo los viejos pactos sociales y aprestarnos a transformaciones profundas,
de gran calado. Los recursos del mundo tienen dueño, con nombre y apellido, y
se hallan extremadamente concentrados, generando la mayor desigualdad de la
historia humana (si no es así, que alguien lo demuestre). Por otro lado, los
recursos están siendo infamemente utilizados, destruyendo el hábitat planetario,
haciendo pedazos las funciones ambientales, sacando de quicio y equilibrio a
todas las fuerzas de la naturaleza. Solo a partir de estas dos elementos del
desastre planetario en marcha ya tendríamos mucho material para un nuevo pacto social,
por ejemplo, la exigencia planetaria de una administración cuidadosa,
responsable, eficaz y sostenible de todo ese patrimonio mundial concentrado y
acaparado por una minoría, con la aquiescencia y aceptación (muchas veces
forzada e involuntaria) por parte de la gran mayoría planetaria. ¿Qué otras ideas de
pacto social será menester desarrollar, todo dependerá del grado y la medida en
que los nuevos pactos sociales que se vayan pergeñando no logren cumplir su
cometido. Esta invocación a un nuevo pacto social es sin duda, desde mi
perspectiva, la más osada y avanzada propuesta lanzada por la Secretaria
Ejecutiva de la CEPAL. Ojalá que sea objeto y motivo de muchas y prontas
reflexiones.
[+] “Recordó que el
manejo macroeconómico y las políticas industriales, de innovación y
tecnológicas son cruciales para resolver los problemas sociales y advirtió que la
heterogeneidad de las estructuras productivas entre los países se ve acentuada
por la presente revolución tecnológica de la economía digital”.
Esta advertencia es seria y hay que tomarla
al pie de la letra. Nuestro progreso es tan lento que ya nos estamos rezagando
nuevamente, especialmente en todos los terrenos de la revolución tecnológica en
marcha. La economía digital es uno de esos campos, sin duda el más prolífico y
prometedor, pero ya hay muchos otros ámbitos en los que la carrera ya partió y nosotros
en la región apenas si nos hemos enterado. La robótica, la nanotecnología, los
nuevos materiales, las innumerables aplicaciones en el ámbito de la
inteligencia artificial y el internet de las cosas, la revolución energética y
de la interacción múltiple, son algunos de dichos ámbitos. Como subraya Bárcena,
6 de los 8 individuos que ya poseen tanta riqueza como la mitad de la
humanidad, han hecho sus fortunas en industrias de tecnologías de la
información y la comunicación (TIC).
Aquí no se trata solo de ver cómo nos haremos
parte de estas revoluciones tecnológicas, sino de los marcos institucionales
que deberemos emplear para lograrlo. ¿El Estado como fuente de innovación,
especialmente de aquella innovación centrada en el largo plazo, que nos ayude a
salir de la debacle ambiental? Suena casi inverosímil, pero lograrlo en América Latina
puede ser la tabla de salvación para muchos de nuestros procesos. Ya se habla
de la industrialización verde basada en innovaciones provenientes del Estado y
su financiamiento (ver: M Mazzucato, El Estado emprendedor).
[+] “Ante este
escenario, la cooperación internacional es la llave para avanzar en la
regulación de los mercados, administrar las tensiones, reducir las
desigualdades y consolidar un sistema internacional abierto que proteja los bienes
públicos y la prosperidad compartida e inclusiva.”
Tengo la impresión que la cooperación
internacional es requerida para muchas cosas, demasiadas, y en no pocos casos
no funciona o lo hace de modo lento, inadecuado, insuficiente. Algo peor sucede
con muchos organismos multilaterales que parecen estar ahí para dar la
impresión que asumen tareas que son de interés del conjunto, pero no resuelven
ni acuerdan nada aplicable. Los casos del Consejo de Seguridad y la OEA son sin
duda los más patéticos. Por otro lado, esperar que la cooperación sea tan
neutral que permita financiar asuntos tan diversos como “regulación de mercados”
o protección de “bienes públicos” es difícil imaginar. Mientras los recursos no
se separen de sus donantes, será muy difícil encarar tareas que sean
realmente del interés común. La construcción de la institucionalidad requerida en
materia de cooperación internacional para encarar el nuevo tiempo, es sin duda
otro de los desafíos que deberá encarar la humanidad, si queremos que cada
eslabón sea tan apto y resistente como cualquier otro.
[+] “Finalmente,
Bárcena llamó a transitar hacia un multilateralismo abierto, mecanismo
imprescindible para encarar las tensiones económicas, sociales y ambientales
provocadas por la incierta coyuntura internacional.”
Transitar hacia un “multilateralismo abierto”
suena a un juego extremadamente complejo y difícil, mucho más en un mundo
sometido a crecientes restricciones. ¿Qué podemos entender por “multilateralismo
abierto”? La voluntad de las partes, países o bloques regionales, de interactuar
libremente con cada otra en busca de sus mayores beneficios. Un enfoque de este
tipo fácilmente puede conducir a las maniobras de los grandes para imponer sus lineamientos
e intereses en desmedro, nuevamente, de los pequeños y más débiles. La reconstitución
de polos sería cuestión de tiempo. Por ello, este tema debe ser abordado con mucho
cuidado, pues no queremos volver a reproducir viejos esquemas, tampoco a fomentar
el crecimiento de unos a costa de otros. El planeta exige una comunidad de naciones
y regiones fortalecida, con la capacidad adecuada para hacer frente a los retos
locales que también ya se han convertido en retos globales. Es la historia de evitar
que el dique rajado termine por quebrarse: ello exige que todas las partes
tengan la capacidad de arrojar los sacos de arena que se requieran para impedir
el desastre. Ello exigirá un gran acuerdo común, una gran concertación planetaria
que deberá formar parte indisoluble del nuevo pacto social propuesto. No otra
cosa puede ayudarnos a cambiar la trayectoria de nuestro destino.
Suma sumarum. Las propuestas de Alicia Bárcena
son no solo oportunas y enriquecedoras, sino también atrevidas y audaces, pues
no buscan refugiarse en lugares comunes o en cobijos ya conocidos. Busca romper
horizontes, derribar muros, sacarnos de nuestros encierros. Muy grato poder
dedicar unas líneas a comentar estos planteamientos, que esperamos que pronto
adquieran un tono muscular mayor y que realmente orienten el debate
generalizado en la región y en el mundo.
(*) Economista, catedrático de "Desarrollo del Capitalismo". La Paz.
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Alicia Bárcena insta a repensar el modelo económico e implementar un nuevo paradigma
19 de junio de 2017|Comunicado de prensa
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La Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, durante su
intervención en el evento de alto nivel “Repensar las finanzas globales -
Perspectivas de las economías emergentes”.
Foto: CEPAL.
La
Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el
Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, instó hoy a repensar el modelo económico
e implementar un nuevo paradigma que contribuya a poner fin a las
desigualdades económicas, sociales y ambientales y avanzar hacia el
desarrollo sostenible.
La alta funcionaria de las Naciones Unidas participó en el evento de alto nivel “Fracturas en la globalización y sus implicancias para las economías emergentes”, realizado en Ciudad de México en el marco del decimoctavo Congreso Mundial de la Asociación Económica Internacional (IEA), organizado en conjunto con el Centro mexicano de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
Durante su intervención en el primer panel, titulado “Repensar las finanzas globales - Perspectivas de las economías emergentes”, Alicia Bárcena afirmó que “el capitalismo y la hiperglobalización nos han llevado a problemas sociales, políticos y ambientales que no son sostenibles, por lo que debemos repensarnos como sociedad en términos de consumo y producción”.
Precisó que Latinoamérica requiere una política industrial y de diversificación productiva seria con miras a un mayor crecimiento y desarrollo.
En su análisis, la máxima representante de la CEPAL llamó a la construcción de un nuevo pacto social que logre terminar con la creciente brecha entre ricos y pobres. Recordó que la brecha está llegando a nuevos extremos y citó las cifras de Credit Suisse que reveló recientemente que el 1% más rico ha acumulado más riqueza que el resto del mundo.
“Mientras tanto, la riqueza de la mitad inferior de la humanidad ha caído en los últimos seis años. Esta es sólo la última evidencia de que hoy vivimos en un mundo con niveles de desigualdad que tal vez no hemos visto durante más de un siglo”, alertó Alicia Bárcena.
Agregó que, según Forbes, sólo 8 individuos concentran la riqueza equivalente a la mitad más pobre de la humanidad y precisó que, entre estos multimillonarios, 6 están vinculados con industrias de tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
Recordó que el manejo macroeconómico y las políticas industriales, de innovación y tecnológicas son cruciales para resolver los problemas sociales y advirtió que la heterogeneidad de las estructuras productivas entre los países se ve acentuada por la presente revolución tecnológica de la economía digital.
Asimismo, afirmó que la globalización es cada vez más cuestionada, principalmente en los países desarrollados, lo que ha provocado un aumento de los nacionalismos, la oposición a nuevos acuerdos comerciales, resistencia a la inmigración y el surgimiento de movimientos contra la globalización.
Ante este escenario, la cooperación internacional es la llave para avanzar en la regulación de los mercados, administrar las tensiones, reducir las desigualdades y consolidar un sistema internacional abierto que proteja los bienes públicos y la prosperidad compartida e inclusiva.
Finalmente, Bárcena llamó a transitar hacia un multilateralismo abierto, mecanismo imprescindible para encarar las tensiones económicas, sociales y ambientales provocadas por la incierta coyuntura internacional.
El decimoctavo Congreso Mundial de la Asociación Internacional Económica (IEA) sobre Globalización, crecimiento y sostenibilidad, fue inaugurado por Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía, quien abordó la dinámica de la desigualdad.
En el primer panel, junto a Alicia Bárcena, participaron Mario Blejer, de la London School of Economics; Anne Krueger, de la Johns Hopkins University, SAIS; Guillermo Ortiz, de BTG Pactual y Andres Velasco, de la Columbia University.
La alta funcionaria de las Naciones Unidas participó en el evento de alto nivel “Fracturas en la globalización y sus implicancias para las economías emergentes”, realizado en Ciudad de México en el marco del decimoctavo Congreso Mundial de la Asociación Económica Internacional (IEA), organizado en conjunto con el Centro mexicano de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
Durante su intervención en el primer panel, titulado “Repensar las finanzas globales - Perspectivas de las economías emergentes”, Alicia Bárcena afirmó que “el capitalismo y la hiperglobalización nos han llevado a problemas sociales, políticos y ambientales que no son sostenibles, por lo que debemos repensarnos como sociedad en términos de consumo y producción”.
Precisó que Latinoamérica requiere una política industrial y de diversificación productiva seria con miras a un mayor crecimiento y desarrollo.
En su análisis, la máxima representante de la CEPAL llamó a la construcción de un nuevo pacto social que logre terminar con la creciente brecha entre ricos y pobres. Recordó que la brecha está llegando a nuevos extremos y citó las cifras de Credit Suisse que reveló recientemente que el 1% más rico ha acumulado más riqueza que el resto del mundo.
“Mientras tanto, la riqueza de la mitad inferior de la humanidad ha caído en los últimos seis años. Esta es sólo la última evidencia de que hoy vivimos en un mundo con niveles de desigualdad que tal vez no hemos visto durante más de un siglo”, alertó Alicia Bárcena.
Agregó que, según Forbes, sólo 8 individuos concentran la riqueza equivalente a la mitad más pobre de la humanidad y precisó que, entre estos multimillonarios, 6 están vinculados con industrias de tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
Recordó que el manejo macroeconómico y las políticas industriales, de innovación y tecnológicas son cruciales para resolver los problemas sociales y advirtió que la heterogeneidad de las estructuras productivas entre los países se ve acentuada por la presente revolución tecnológica de la economía digital.
Asimismo, afirmó que la globalización es cada vez más cuestionada, principalmente en los países desarrollados, lo que ha provocado un aumento de los nacionalismos, la oposición a nuevos acuerdos comerciales, resistencia a la inmigración y el surgimiento de movimientos contra la globalización.
Ante este escenario, la cooperación internacional es la llave para avanzar en la regulación de los mercados, administrar las tensiones, reducir las desigualdades y consolidar un sistema internacional abierto que proteja los bienes públicos y la prosperidad compartida e inclusiva.
Finalmente, Bárcena llamó a transitar hacia un multilateralismo abierto, mecanismo imprescindible para encarar las tensiones económicas, sociales y ambientales provocadas por la incierta coyuntura internacional.
El decimoctavo Congreso Mundial de la Asociación Internacional Económica (IEA) sobre Globalización, crecimiento y sostenibilidad, fue inaugurado por Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía, quien abordó la dinámica de la desigualdad.
En el primer panel, junto a Alicia Bárcena, participaron Mario Blejer, de la London School of Economics; Anne Krueger, de la Johns Hopkins University, SAIS; Guillermo Ortiz, de BTG Pactual y Andres Velasco, de la Columbia University.
http://www.cepal.org/es/comunicados/alicia-barcena-insta-repensar-modelo-economico-implementar-un-nuevo-paradigma