30 enero 2020

EL RELATO ALTERNATIVO A LA LEYENDA MASISTA DEL CRECIMIENTO


Algunas bases y fundamentos
Bolivia - Elecciones 2020

Carlos Rodrigo Zapata C.

Los argumentos que más usualmente se han expuesto para mostrar las insuficiencias del modelo masista de crecimiento se han concentrado en el despilfarro y diversos indicadores negativos, destacando los déficits mellizos, la caída en las reservas y el incremento del endeudamiento. A partir de ese diagnóstico, daría la impresión que el MAS se hubiera aplazado con 3,5 o aprobado con 3,6 y que tan solo se hubiera tratado de errores de cálculo, de algunas decisiones inadecuadas y excesiva fe en su esquema basado en multimillonarias inversiones públicas, en las que no habrían tomado suficientemente en cuenta la eficiencia u oportunidad de dichas inversiones. Y esito sería más o menos todo.


El problema de este relato es que se reduce toda la problemática del modelo masista a un asunto de mayor o menor pericia para manejarlo. Definitivamente creo que la problemática es muy distinta y que el tamaño del desastre que sembró el MAS lastrará por muchos años la economía nacional.

¿Cuál es el relato más realista de lo acontecido en los pasados 14 años?

Lo primero es identificar los fundamentos sobre  los que el MAS ha trabajado. Lo segundo, explicar cuál es la lógica de articulación de dichos fundamentos. Lo tercero, identificar cuáles son los impactos de dicho modelo. Lo cuarto es señalar las estructuras que ha sacado a relucir todo ese enjambre. Pero previo a todo ello es menester señalar las premisas que han presidido todos estos años, ya que ellas son las que nos permitirán decodificar el comportamiento y funcionamiento del modelo aplicado.

Las premisas

1] El MAS no tenía ningún análisis sólido de la realidad nacional, por lo que en ningún momento trató de enfrentar o superar dichos problemas. 

Estaba obsesionado con un esquema que quería aplicar, el cual no solo no era realista, sino que dadas las circunstancias era innecesario. Dicho en breve: su esquema de destinar el excedente a los sectores estratégicos, cuyos beneficios serían usados para invertir en los sectores generadores de empleo e ingresos, era pertinente en un marco de grandes limitaciones, tal cual era el escenario en los años en que esa idea fue concebida. 

Pero muy pronto se vio que el menor problema que tenía el MAS era el excedente gracias a la lluvia de divisas que cayó por más de una década (entre 2003 y 2014). Incluso hoy los precios internacionales de las materias primas siguen siendo mucho más altos que antes de ese periodo. En este marco, en lugar de abocarse a invertir directamente en los sectores generadores de empleo e ingresos, siguieron como caballos cocheros con su esquema inicial. Destinaron miles de millones de dólares a plantas de procesamiento de materias, que lo único que lograron fue enterrar aún más a Bolivia en los esquemas extractivistas primarios de enclave y pulverizar el excedente que muy bien podía aprovecharse para encarar y resolver múltiples problemas que acosan a Bolivia, si tan solo los hubieran tenido en la mira. Entre dichos problemas podríamos mencionar, por ejemplo,  la informalidad, el contrabando, el narcotráfico, las mil y una formas precarias, inviables e insostenibles que se ha agenciado nuestro pueblo para subsistir en vista a la gran carencia de puestos de trabajo y oportunidades de vida. 

El MAS prefirió dejar a los informales en la estacada, es decir, ignorar sus condiciones de vida y trabajo, todo con tal de no “distraer” el excedente en asuntos seguramente secundarios para ellos. El resultado es que al presente no tenemos el excedente, las fabulosas inversiones son inoperantes y el sector informal sigue en las mismas condiciones de miseria y precariedad que siempre, con excepción de algunos de sus miembros que lograron insertarse en la llamada nueva burguesía andina, excepción que confirma la regla absoluta para la gran mayoría. Si a ello añadimos que según diversas estimaciones el sector informal absorbe a más del 70% de la fuerza laboral del país, entonces estamos diciendo que el MAS no tenía idea de dónde estaba parado. Si en lugar de seguir como caballo cochero su esquema ocurrente que no hacía más que reproducir ideas que en su momento se aplicaron tanto en el proceso de industrialización ruso, como en el chino, y más bien invertía en cambiar la matriz productiva o al menos diversificarla y enriquecerla significativamente para cambiar la suerte y el destino de los informales, hoy otra seria la suerte del país. Pero todo eso los masistas no lo sabían y estaban tan obsesionados con su esquema ajeno a la realidad que tampoco les interesaba una segunda opinión. 

2] Pese a su discurso de la economía plural, que nunca aplicaron, no tenían la menor intención de facilitar el fortalecimiento del sector privado, por lo que todo su esquema era de naturaleza estatal. Las facilidades que brindaron al sector privado provenían básicamente del extractivismo y de ciertas gangas o subvenciones. 

3] El extractivismo estaba en el corazón de sus decisiones de inversión pública, era la fuente que permitía diversificar sus opciones de gestión a costa de la naturaleza. 

4] El libertinaje y el “meterle nomás” eran su leit motiv, con el que se pretendía resolver cualquier obstáculo o limitación, por lo que el destino de todo ello era la desinstitucionalización, la inviabilidad y la insostenibilidad. El Estado masista más se asemejaba a una Matrioshka, que albergaba mil parcelas, una para cada sector social para facilitarles prebendas y concesiones de todo tipo a cambio de apoyo incondicional.

Los fundamentos

Los primordiales fueron:

1] El extractivismo
2] la informalidad: que se las arreglen como puedan, y los apoyemos con nuestro Estado Matrioshka
3] Lavado de capitales y narcotráfico
4] Lluvia de Maná
5] El uso discrecional del PIB

Cada uno de estos fundamentos fue crucial para crear la ficción de un crecimiento que consistió, en pocas palabras, en depredar los bienes de la naturaleza, mantener la precariedad del sector informal, alentar el lavado de capitales y el narcotráfico, despilfarrar los mayores ingresos que ha percibido Bolivia en toda su historia y, encima de ello, usa un sistema de cuentas nacionales para calcular el PIB completamente obsoleto que permite ignorar los pasivos ambientales, la pérdida de recursos naturales, la degradación y la liquidación de funciones ambientales y hacer aparecer todo ello como crecimiento. Un repaso de dichos fundamentos o eslabones he presentado en un trabajo disponible en: http://yapukamani.blogspot.com/2019/10/los-pilares-insostenibles-del.html

La articulación

¿Cómo se articulaba todo ello? El crecimiento fue el resultado de las actividades oficiales y no oficiales o de las actividades legales e ilegales. El país tuvo como nunca antes un universo paralelo, una sombra que tenía su propia dinámica de generación de ingresos y acumulación de capitales. De modo que el primer truco consistió en meter todo ello en una misma bolsa. Si, el país creció, pero gran parte de ese crecimiento provino de la depredación y degradación de los bienes de la naturaleza, del narcotráfico, del lavado de capitales. Las operaciones de explotación de oro, extracción de madera ilegal, caza indiscriminada de especies en peligro de extinción, son algunas de las diversas formas de “producción” y “crecimiento” que se socaparon por años. [Ver el trabajo mencionado previamente para mayores detalles].

Los impactos

Los impactos se pueden apreciar en un conjunto patético de resultados. Los bienes de la naturaleza han sido destruidos sin ninguna contemplación, donde los grandes incendios de la Chiquitanía son apenas el final de una cadena de actividades depredatorias en gran escala. La deforestación de millones de hectáreas, el cambio de uso del suelo de actividades sostenibles a insostenibles, como es el derribe del bosque para agricultura en suelos no aptos para esa actividad. La invasión de parques nacionales, ponerlos a disposición de las actividades extractivas, el daño y degradación de bosques que conduce a la perdida de funciones ambientales vitales para regular el eco sistema, son solo otros impactos infames de toda esa política.

La suerte de los informales básicamente no ha cambiado. Siguen en actividades y puestos de trabajo tan precarios y poco productivos como siempre, cada vez más dependientes de actividades ilegales o criminales para ganarse el sustento. No se ha invertido en el mejoramiento de sus medios de trabajo y producción, ni en su formación y calificación, ni en los rubros o ámbitos en los que pueden desempeñarse. Sus condiciones de vida no han tenido mejoras significativas.

Las estructuras reveladas

Todo este modo improvisado y destructivo de manejar el país, sus recursos y las oportunidades de la gente, ha puesto de relieve una colección de estructuras completamente inviables que operan en el país y que el MAS ha aprovechado o les ha sacado el jugo a más no poder. ¿Cuáles son?

1] Lógica oligárquica
2] El extractivismo
3] Estado Matrioshka
4] El poder del narcotráfico
5] Un capitalismo incapaz de crear empleos
6] Una estructura de clases sociales destinada a inventarse sus modos de subsistencia con ínfimos medios de vida
7] Un desconocimiento olímpico de nuestra realidad.

Esclarezcamos brevemente estos puntos. La lógica oligárquica consiste básicamente en vivir de rentas, no de la producción de valores. Es decir, rentismo y extractivismo son lógicas inseparables que van de la mano y tienen a determinados actores como sus sustentadores y aplicadores. De modo que sólo hay lógica oligárquica operando allí donde hay posibilidades de extractivismo, ambos se refuerzan mutuamente. Pero el asunto va más lejos. Estas dos matrices de la insostenibilidad de cualquier sociedad requieren a su vez de otros ingredientes, como el prebendalismo y la corrupción, y su ingrediente mayor: la autocracia. Es el conjunto de factores requeridos para mantener en funcionamiento un esquema depredador y a la vez autodestructor. 

El Estado Matrioshka, como llamo a ese Estado que incluye a muchos Estados al servicio de las demandas de los diversos sectores, es un requisito básico para ganar apoyo y lograr construir de manera forzada y manipulada una legitimación social para un Estado incapaz de producir orden y futuro. Por ello, cada medida, más atrabiliaria que la otra, tenía nombre y apellido, pues estaba destinada a un sector determinado o era a solicitud de algún sector en particular, sean empresas sociales, gangas a los cooperativistas, estatización de algunas empresas, catos para unos, legalización de chutos para otros, etc. Así se construyó ese carácter aparente multitudinario que requería semejante Estado. El poder del narcotráfico y la depredación de los recursos se convirtieron en eslabones cruciales para fortalecer todo este entramado, pues le dio un precio y una extraordinaria ganancia a la hoja de coca que nunca hubiera tenido si tan solo servía al acullicu o masticación.

Dado que los recursos y los medios de producción se hallan en pocas manos y que aplican un esquema de tipo oligárquico antes que capitalista, sus detentores no se han empeñado en crear los puestos de trabajo suficientes como para que la fuerza de trabajo en Bolivia pueda acceder a fuentes de vida más dignas y viables. Y este es sin duda uno de los fallos de construcción más serios que tenemos en el país: al faltar esa clase generadora de puestos de trabajo, pero que es la que acapara la mayor parte de los recursos en su poder, ¿cómo puede la gran masa de trabajadores ganarse el sustento? Solo recurriendo a su inventiva, a la imaginación en medio de la precariedad, saltándose toda clase de normas, impuestos y gastos que les obliguen a reducir sus magros ingresos, usando el contrabando, la piratería, el narcotráfico o participando en algunos de los eslabones que los hacen posibles. El resultado es que tenemos un sistema perfectamente estructurado para producir y reproducir un gran desorden social, una tendencia generalizada a la prebenda, a saltarse las leyes, a depredar, a violar todo ordenamiento público y estatal. 

Frente a ello caben tres opciones: o se deja todo como está, lo cual exige mucho trabajo, más aún cuando es fácil ver que hay muchas que cambiar (lo que ha sucedido ampliamente en el pasado), se usa y aprovecha ese estado de caos y desorden social en beneficio de alguna camarilla (lo que ha hecho el MAS) o se hace todo lo que sea necesario para cambiar ese estado de cosas porque solo es productor de inviabilidad, insostenibilidad y pobreza garantizada para el conjunto del país (lo que toca hacer).

Frente a todo ello podemos observar que no conocemos y comprendemos suficientemente nuestra realidad, pues estamos usualmente apuntando a las manifestaciones superficiales de las cosas, pero no estamos considerando sus fuentes, sus raíces, las causas mismas que las hacen posible y que mantienen y reproducen tercamente esa realidad.

Conclusiones

Frente a lo señalado a vuelo de pájaro, ¿qué decir en las circunstancias actuales cuando nos hallamos en las antesalas de las elecciones seguramente más decisivas de la historia del país? 

Lo primero es que los masistas se han especializado en contarnos un cuento chino en relación al crecimiento, pues (casi) todo lo que han hecho no tiene pies ni cabeza, simplemente porque han demostrado no tener idea de la realidad nacional o no les importa. El maná que cayó a raudales durante una década ayudó en demasía a encubrir su profunda orfandad en materia de conocimiento de la realidad del país.

Lo segundo es que dicho relato no ha tenido un respuesta clara y fehaciente de la comunidad nacional, al punto que aún hoy en día mucha gente, tanto en el país como en el exterior, sigue creyendo en la leyenda del crecimiento y en el modelo masista, casi convertido en nuevo tótem a venerar. Si algo hubiera tenido de verdad, seguramente otros países se habrían interesado en él, pero nunca sucedió.

Lo tercero es que todo ello –tanto las vías completamente erradas seguidas por el masismo, como la falta de respuestas mucho más integrales y contundentes frente a semejante desastre– tiene una explicación básica y fundamental: el conocimiento muy insuficiente y superficial de las estructuras de nuestro país, de su lógica de funcionamiento, de sus efectos y consecuencias sobre el devenir nacional. La razón de ello estriba en que el estudio y comprensión de nuestra realidad no ha figurado en las prioridades del país o solo de unos pocos ciudadanos.

A partir de estos puntos uno tiene que preguntarse, si los partidos, alianzas y candidaturas improvisadas y organizadas a la carrera tendrán alguna respuesta para todo esto, o se irán como siempre por las ramas, inventando eslóganes y cuentos rápidos para convencer a un electorado cada vez más escéptico, pero también carente de suficientes conocimientos sobre nuestra realidad.

En suma y conclusión, nuestro futuro inmediato luce muy preocupante, porque simplemente las grandes mayorías nacionales siguen sin ser tenidas en cuenta, signo inequívoco de una viabilidad nacional muy precaria e insostenible en plazos ya muy limitados.

Por ello, la mejor propuesta que tendría que surgir de todos los contendientes en la nueva batalla electoral debería consistir en proponer formulas  acerca de la manera que debemos encarar para conocer nuestra realidad, identificar claramente los problemas que nos acosan y las causas de ellos, pues sin atacar las causas de los problemas jamás lograremos resolver ni cambiar nada. La consecuencia más grave en este marco es que sin explicaciones coherentes de nuestra problemática y sus causas será muy difícil ponernos de acuerdo para superar nuestras falencias, insuficiencias y limitaciones. Un diagnóstico de la problemática no se logra por consenso ni por votos, exige un conocimiento íntimo de las leyes de funcionamiento de nuestra realidad, condición indispensable para conocer y hacer posible acuerdos y consensos que no duren solo una salva de cohetes, sino que sean duraderos. 

Ojala que LAS PITITAS dirijan su atención a estas cuestiones, a estas advertencias, pues es ahí, tanto como en derribar usurpadores y oportunistas, que radica el futuro de nuestro país.






24 enero 2020

EL ESCENARIO ELECTORAL SE CLARIFICA

Principales frentes ya estarían delineados


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Carlos Rodrigo Zapata C.

El fin del régimen usurpador de Evo Morales ha traído un nuevo aire de libertad, en el que la creencia que todo está a disposición parece ser la nota dominante. 

Súbitamente se han multiplicado los candidatos. A los de antes, se han sumado los que emergieron, los que volvieron y los que quieren probar suerte. Un enjambre bullicioso, donde es el ruido lo que predomina, no hay melodía, no hay diagnósticos claros de la realidad nacional, tampoco visiones de futuro posible y deseable. Aún no podemos imaginarnos ese futuro.

A juzgar por los anuncios de candidaturas o intenciones de candidaturas, ya andamos por las diez, pero por la dinámica que ha adquirido el juego político en las últimas horas está claro que varias deberán integrarse en otras fórmulas o simplemente desistir, ya que su final será igual o más lamentable que el que habrían sufrido en las últimas elecciones, de no haber sido por el fraude que evitó que nadie pierda la cara, excepto el pretendiente a dictador eterno. 

De lo que se trata ahora, es establecer qué candidaturas logran concretarse. Este viernes 24, día del Ekeko que llega con regalitos de todo tipo, vence el plazo para las alianzas, lo que significa que los frentes principales en la nueva contienda electoral serán definidos en las horas que siguen. A ellas se sumarían otros partidos que decidan participar en las elecciones sin ninguna alianza. 

Las posibles postulaciones de la presidenta Jeanine Añez y de Luis Fernando Camacho son las que están polarizando el ambiente político. El problema es que ambas postulaciones tienen al electorado cruceño como su principal sostén. En caso que ambos candidatos postulen, se dividirá ese electorado, lo que podría dejar la puerta abierta a que un tercero pueda lograr el segundo puesto en la primera vuelta, y con ello constituirse en el frente político que deba dirimir con el MAS el resultado final, ya que la dispersión que se puede anticipar facilitará que el MAS se alce con el primer lugar en la primera vuelta, pero lejos del 40% que es la cifra mágica para ganar en estas elecciones, ya que los demás frentes deberán conformarse con cifras menores al 30%. 

Los dados parecen estar cargados para que ese sea el resultado. En horas lo sabremos. Lo que ocurre es que con la llegada del ex líder cívico Branco Marinkovich se ha encendido una hoguera en un momento muy delicado. Se ha puesto de manifiesto una clara divergencia de criterios y posiciones entre Marinkovich y Rubén Costas, el gobernador cruceño. Las acusaciones van desde traición, hasta haberse entregado al MAS de un lado, y del otro se sostiene que por el mandato del pueblo “preferí quedarme aquí para luchar por Santa Cruz”.

El hecho concreto es que ante esa arremetida de hace apenas 8 días, los Demócratas encabezados por Costas empezaron a poner a Jeanine Añez en la discusión como posible candidata. Ello se debe al hecho que por circunstancias históricas, este partido es el que se ha hecho con el gobierno, ya que sus senadores y personas de confianza de ese partido son las que primordialmente han ocupado las carteras de Estado. 

A partir de ahí, las cosas han empezado a cambiar. Añez dejó de hablar súbitamente de unidad y de convocar a una gran reunión para reflexionar a los políticos sobre la necesidad de unidad, a la par que sostenía que su tarea y su misión estaban concentradas en lograr un proceso de transición adecuado, con pacificación, elecciones limpias y entrega puntual el poder entre junio y julio. En su alocución del 22 de enero, la presidenta ya no tocó el tema de la unidad y sus referencias al proceso electoral se restringieron al voto resguardado y las medidas aplicadas para encaminarlas. En cambio ha insistido en los esfuerzos realizados para promover el consenso y la pacificación del país.

A consecuencia de ello se dio una segunda movida, completamente inesperada en el tablero: a estas horas en que escribo estas líneas es muy posible que la alianza entre SOL.BO de Luis Revilla, Alcalde de La Paz, y Carlos Mesa de Comunidad Ciudadana, haya quedado cancelada. ¿Razón? La de fondo y la verdadera, para habilitar a Revilla como acompañante de fórmula de Jeanine Añez.
¿Qué tal? De este modo la nueva alianza pretende patear al mismo tiempo los escenarios sobre los que se han venido construyendo dos frentes políticos: el de Camacho y Pumari, y al mismo tiempo el de Carlos Mesa, ya que ambas candidaturas se debilitarían frente a la emergencia de la opción Añez-Revilla. Una jugada interesante, que hace inviables varios de los supuestos sobre los que se venían construyendo esas candidaturas: que la presidenta se ocupa exclusivamente de la transición, que Camacho se queda de dueño de Santa Cruz y que Mesa no tiene nada que cambiar para repetir su segundo lugar en las elecciones anuladas.

¿Qué ocurre con los demás candidatos? Pues van quedando a la deriva. La jugada de la nueva alianza en ciernes que ha quedado en evidencia en las últimas horas, limita grandemente el juego de cintura de los demás candidatos que ya no tienen tiempo para intentar alianzas novedosas o prometedoras. 

Tuto Quiroga parece que va en alianza con el MNR (o, más claro aún, el MNR tendrá a Tuto como candidato), una imagen que seguramente no será del agrado de los amantes de la revolución nacional. Si sumamos el 9% de Tuto el 2013 con el resultado último del MNR podríamos decir que no llegarían a 10%. 

Samuel Doria Medina de UN, Félix Patzi de MTS y Chi Hyun Chung de algún partido aún no habido, no han dado ninguna muestra de constituir una alianza. Mi pronóstico para las horas venideras es que UN se sumará a uno de los dos principales frentes en construcción, muy probablemente al frente de Camacho, mientras que Patzi y Chi quedarían a expensas de si mismos y muy probablemente al final decidan no participar. Dado el arraigo que ha logrado Chi en sectores cristianos, es muy probable que sea integrado en el frente de Camacho con la zanahoria de una buena bancada. 

Las movidas finales podrían darse en torno a Mesa que es quien tiene que mover ficha para no quedar en una posición bloqueada por las otras dos alianzas. ¿Qué puede hacer? Unirse con Doria Medina o con Tuto. No obstante, ambos posibles candidatos parecen encontrar mayor afinidad política con Camacho, con quien el MNR ya suscribió una alianza, de modo que todo indica que al final Camacho logrará aglutinar a la mayor cantidad de dirigentes políticos. Mesa quedaría a expensas del electorado que ha dado muestras de mucho criterio en las elecciones pasadas, ya que sin grandes propuestas y sin haber agotado las posibilidades de alianzas y acuerdos con diversos frentes, el electorado se decidió por Mesa como la fuerza política que debía enfrentar al usurpador. 

En el escenario que hemos expuesto no da la impresión que Mesa pueda atravesar el muro que las alianzas en torno a Camacho y Pumari y a Añez y Revilla han erigido. Al final todo indica que las candidaturas en ciernes quedarán reducidas a tres alianzas opositoras al MAS. 

Todo este conjunto de alianzas se construye sobre algunos supuestos fundamentales: el MAS no logrará cumplir la regla del 40/10, se deja la decisión final al electorado en segunda vuelta y se espera que un frente opositor al MAS ganará la contienda electoral en segunda vuelta. Todo ello supone que el MAS se mantenga dividido, que su núcleo duro se ablande, que una tormenta de mensajes manipuladores no asole nuestro espacio electoral, etc.
 
En síntesis, tendremos unas elecciones con una clara tendencia a tener un presidente o una presidenta que proviene de las tierras bajas, con una clara filiación hacia la economía de mercado y fuerte incidencia empresarial. Los aspectos sociales y ambientales podrían quedar muy rápidamente pospuestos.

Dado que se tratará de una alianza partidaria, nos recuerda a las mega-coaliciones que sin duda fueron uno de los factores críticos para que Morales fuera elegido el 2005 con el 54% de los votos. Esperemos no reeditar ese pasado que facilitó el accenso al poder de un oportunista que aprovechó nuestras propias debilidades e insuficiencias democráticas.

20 enero 2020

MENSAJE ESPERADO DE LA PRESIDENTA AÑEZ





Carlos Rodrigo Zapata C.

A horas del mensaje que impartirá la presidenta Jeanine Añez desde la ALP, es oportuno señalar qué alcances y contenidos esperamos –espero que  pueda compartir con la ciudadanía.
Presidenta Jeanine Añez

Al cabo de 13 años de mensajes extensos y cansinos, de auto alabanza de un régimen que se fue desmoronando a ojos vista, sin una pizca de autocrítica, menos de guías y orientaciones edificantes hacia el futuro, ahora el anuncio del mensaje presidencial despierta expectativas. 

¿Qué es lo que quisiéramos oír? 

Empecemos por señalar los temas y asuntos a los que muy seguramente se referirá la primera mandataria. 

El tema de sus diez semanas de gestión será un momento significativo, principalmente por el cambio cualitativo que representa este breve lapso en contraste con el pasado reciente que aún pesa sobre el acontecer nacional.  

Esta parte de su mensaje es importante para ajustar el tino nacional. Las palabras mágicas serán sin duda, pacificación, gestión y elecciones, pero cada uno de estos vocablos viene cargado de muchas aristas y dimensiones que es indispensable destacar, justamente para llevar a buen puerto estos procesos de reconducción de la nación y de sembrar algunas bases estables y sólidas de cara al futuro en un país fuertemente polarizado. 

Algunas de las dimensiones tratadas seguramente se referirán a la pacificación que exige un relato claro y en lo posible detallado de lo acontecido, especialmente en lo relacionado con la salida de Morales del país, así como con los enfrentamientos acaecidos en diversos puntos del país. Es indispensable que todas las partes sientan que sus puntos de vista y sus reclamos son tenidos en cuenta. Hay denuncias de uno y otro lado que deben atenderse. El proceso actual debe mostrar su altura moral y ética en todas sus actuaciones. Esa debe ser su marca de distinción y de diferenciación respecto del régimen anterior. Lo mismo vale para los futuros gobiernos.
Las mujeres fuertes de la Presidenta

En relación a gestión, es muy importante delimitar los alcances de lo posible en el periodo relativamente breve en que le tocará cumplir funciones al gobierno de la presidenta Añez. 

El término "transitorio" ha venido siendo manejado elásticamente por el propio gobierno y los demás actores. Hay tareas que por su alcance y magnitud resultan muy difíciles de encarar en una gestión que previsiblemente no superará los 8 meses. Pero por otra parte hay tareas que es indispensable asumir en ese lapso. El criterio señalado por la Canciller Longaric es clave: “este es un gobierno constitucional que no tiene limitación de accionar alguno”. En esta línea, será importante que la presidenta pueda señalar algunos temas que abordará en los meses venideros. 

En este marco es fundamental explicar algunos temas que por acción u omisión son observados por la ciudadanía. En particular en el bloque relacionado con medio ambiente, Chiquitania, Rositas, PlusBeni, son algunos temas que no están siendo bien abordados y recibidos por la opinión pública. En materia de seguridad es importante señalar las líneas principales que se está siguiendo. Hay hechos bochornosos como el de los encapuchados españoles que no se sabe si el gobierno está procesando. Tampoco se sabe si se han realizado nuevos esfuerzos para pedir a la Corte-IDH que emita su juicio sobre la interpretación antojadiza que se ha efectuado sobre los derechos humanos del ex presidente Morales para repostularse indefinidamente. 

En relación a las elecciones está claro que el asunto principal girará en torno a la transparencia del proceso, así como a la necesidad de unidad de los frentes opositores al MAS, ya que esa será la piedra fundamental sobre la que se debe reconstruir la institucionalidad nacional y reencaminar el país. 

Más allá de estos temas centrales que se derivan directamente del accionar del gobierno, que viene mostrando una gran capacidad de reaccionar oportuna y certeramente frente al gran acoso internacional que ha sufrido y aún sufre nuestro país, es de esperar que se puedan tratar también otros aspectos fundamentales. 

La autocrítica debe tener un espacio claro en el mensaje presidencial. Nadie está libre de errores u omisiones que pueden causar perjuicios. Reconocerlos es indispensable tanto para conocer las limitaciones existentes, como para reconocer los errores de apreciación que se hayan evidenciado. La ausencia de diálogo y autocrítica en los pasados 14 años ha causado un daño muy grande a la moral pública, ya que ese espacio ha sido ocupado por la impostura, la mentira, la arrogancia, las medias verdades y también mucho silencio.  

Las guías hacia el futuro son esenciales. Considero que un o una estadista equivale a dichas guías, así como a su capacidad de plasmarlas en obras y proyectos ejemplares. Sabemos que las limitaciones de tiempo impedirán traducir muchas intenciones en obras, pero señalar directrices, orientaciones, dar pautas, es uno de los temas de los que carece nuestro país desde hace ya muchos años y que considero que está sediento de recibirlos.

La tarea que todos tenemos encima es la de velar por nuestro futuro, pacífico y promisorio. Eso es clave para todos los sectores sociales, también de cara al proceso de pacificación y de cerrar heridas. Hay varias expresiones que son cruciales en este sentido, tales como sostenibilidad, respeto, protección ambiental. También diagnóstico de la problemática nacional. Este es un punto absolutamente crítico. 

Bolivia no se conoce a sí misma. No tenemos una comprensión cabal, mucho menos común y compartida de nuestra problemática, de sus causas y raíces. ¿Cómo podemos ponernos de acuerdo teniendo diagnósticos tan dispares sobre las causas de nuestros males? 

Fuerte simbolismo

Si la presidenta Añez quiere dejar un aporte muy significativo para el futuro de Bolivia, debería procurar justamente sentar las bases para un gran Centro de Estudios y Reflexión sobre la Realidad Nacional. No existe imagen más patética en nuestro país que la de ver a partidos políticos improvisados o súbitamente despertados en los periodos electorales de sus largas hibernaciones tratando de elaborar un programa que cumpla con las disposiciones del régimen electoral. 

Por la fragmentación electoral en circunscripciones de todo tipo y tamaño, en muchas de la cuales basta con unos cuantos miles de votos para ganar, ya ni se requiere un programa departamental menos nacional, sino tan solo unas cuantas promesas locales. Así, nadie tiene una comprensión cabal del acontecer nacional, de sus estructuras caducas y heterogéneas, de las causas de nuestros males colectivos. 

Sin un conocimiento adecuado de nuestra realidad, con una gran fragmentación social y una pronunciada segmentación electoral, no tenemos ni la menor oportunidad de construir unidades y alianzas duraderas que perduren más allá de las gestiones de gobierno y se conviertan en objetivos de Estado,  pues nuestra diversidad y heterogeneidad en todos los ámbitos se encargará de romper hasta los compromisos más serios y deseables.
Parte del Gabinete de la Presidenta Añez

Bien, estas son algunas de mis expectativas y algunas de las varas con las que atenderé el mensaje presidencial en esta nueva era, en la que hemos recuperado nuestro derecho a decidir y sobre todo a pensar en un futuro posible y deseable.

Desde ya, muchos éxitos a la Presidenta Añez y a todo su equipo en el cumplimiento de sus funciones.